Al presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, le cambió el rostro cuando escuchó que las dos campeonas de ese organismo, Ana María Torres y Jackie Nava, pelearían por un título de otra organización.

El dirigente buscaba palabras para comentar el inminente anuncio de esa cartelera: Sería uno de los días más tristes en la historia del CMB, alcanzó a murmurar mientras negaba con la cabeza.

La Princesa Azteca, como le apodan a Nava, es monarca mundial supergallo, y La Guerrera lo es en la división supermosca, ambas reconocidas por el CMB.

El combate se llevaría a cabo en una división intermedia (gallo), pero por el cinturón avalado por la Asociación Mundial de Boxeo (AMB).

Es una sorpresa porque yo tenía mucha fe y confianza en ambas, dijo un pensativo Sulaimán: Que me salgan con que van a pelear por otro título que no es el del consejo pues es muy triste para mí porque el organismo les ha dado todo desde que empezaron.

Poco antes de conocer la noticia Sulaimán rechazaba ese combate por otras razones. Argumentaba que no le parecía buena idea enfrentar a las dos mejores boxeadoras sólo para satisfacer los intereses de algún promotor. Decía que una de las dos, la que perdiera, podía desaparecer de la escena.

Luego de enterarse de que la próxima semana se haría el anuncio formal, su ánimo fue distinto. Decía de manera insistente que no podía creerlo, que hasta que alguna de las dos peleadoras se lo dijera personalmente lo aceptaría, aunque finalmente declaraba aceptando tal posibilidad.

Es una noticia tan triste que no quiero hacer un solo comentario. Para mí ellas son como de la familia y el CMB las ha protegido en todo momento, son gente consentida. Si me dicen que pelearán por otro título lo creeré hasta que ellas me lo digan, dijo.

Al final parecía que Sulaimán empezaba a asimilar la idea. Aseguraba no tener inconveniente en que las peleadoras disputen el cinto de la AMB, pero admitió que le molesta gente de otras asociaciones se meta con sus boxeadores.

Como no es del CMB ya no me quiero meter. Que anuncien y hagan su pelea... Es el boxeo, y una cosa es mi sentimiento nacional y otra lo que vayan a hacer, expuso resignado.

Ana María Torres argumentó que las peleadoras no tienen suficiente actividad y no ganan lo mismo que los varones. Por eso expuso que no pueden decir no a las oportunidades que se presenten: Si mi promotor me dice que voy por un título de la AMB, yo peleo. Ese es mi trabajo. Además el combate podría generarle el mejor sueldo de toda su carrera.

En una profesión, recordó, en la que la vida activa es muy corta, las boxeadoras debemos aprovechar el momento.

Torres confió en que no haya obstáculos para que ambas peleadoras puedan protagonizar una función que sería histórica en el boxeo femenil mexicano. De no ser así buscará la mejor opción para su carrera: Así es la ley en este negocio.