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Atestiguan familiares del Rey del pop, paramédicos, asistentes e incluso un coreógrafo

Se acumulan testimonios contra el médico de Michael Jackson

El facultativo ocultó a otros colegas el tratamiento que aplicó al artista, sostiene la fiscalía

Refuerzan versión de que el cantante pudo haber muerto antes que llegara ambulancia del 911

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LaToya Jackson, hermana de Michael y sus padres –Joe y Katherine– llegan a la corte de Los ÁngelesFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Sábado 8 de enero de 2011, p. 6

Los Ángeles, 7 de enero. La primera semana de audiencias en la corte de Los Ángeles para determinar si el médico personal de Michael Jackson, Conrad Murray, debe ir a juicio por homicidio involuntario se cierra este viernes, con la acumulación de testimonios en su contra presentados por la fiscalía.

Murray podría afrontar hasta cuatro años de cárcel y perder la licencia médica, en caso de ir a juicio y si es declarado culpable.

En esta fase de audiencias preliminares –que empezó el martes y podría durar dos semanas– la familia ha estado presente: la madre del ídolo pop, Katherine Jackson y su padre Joe; mientras, sus hermanos LaToya, Randy, Jackie, Rebe y Janet se han turnado para seguir de cerca el proceso en la Corte Superior de Los Ángeles.

Esta semana la fiscalía ha sido la encargada de convocar al podio de testigos a paramédicos, médicos, asistentes personales de Jackson e incluso al coreógrafo Kenny Ortega, director de la película This Is It, que recopiló los ensayos que preparaba para su resurrección artística al momento de morir.

En sus primeras declaraciones ante el juez, el fiscal de distrito adjunto, David Walgren, dijo que Murray dio propofol a Jackson todas las noches por casi dos meses para ayudarlo a controlar problemas de insomnio, mientras preparaba una serie de conciertos en Londres.

Reanimación errónea

Walgren también enumeró una serie de fallas del médico, que, según Walgren, no llamó al número de emergencias 911 lo suficientemente rápido y tampoco contó a los paramédicos lo que había hecho con el artista.

Al médico, acusado de administrar una sobredosis de sedantes potentes, también se le imputa haber hecho de forma errónea la reanimación de emergencia, dijo Walgren. El fiscal indicó la semana pasada que los abogados de Murray intentarán convencer al juez que Jackson se inyectó analgésicos.

Asimismo, una mesera dijo en la corte que el día que murió Michael Jackson ella estaba hablando por teléfono con Murray y escuchaba ruidos de conmoción aparentemente, mientras éste lidiaba con la crisis.

Sade Anding fue una de las 11 personas con las que Conrad Murray habló por teléfono en las horas que antecedieron la muerte de Jackson, el 25 de junio de 2009.

Él me dijo que estaba bien, dijo Anding, y agregó que ella empezó a hablar, aunque cinco o 10 minutos más tarde se dio cuenta de que Murray ya no estaba al teléfono.

Escuché conmoción... tos, murmullo de voces, dijo aunque aclaró que no estaba segura si los murmullos eran de Murray.

Agregó que se quedó esperando en el teléfono durante cinco minutos porque era poco usual que Murray se quedara sin responder. “Sólo me acuerdo haber dicho: ‘¿Hola?, ¿hola?, ¿hola? ¿Sigues allí?’...’”

Después, agrega, colgó e intentó llamar de nuevo a Murray y le envió mensajes, pero no respondió.

Las últimas en declarar el jueves en la tarde fueron dos médicas del Centro México Ronald Reagan de la Universidad de California en Los Ángeles, donde declararon la muerte de Jackson a las 14:26.

Ambas afirmaron que el cantante estaba muerto cuando llegó a la clínica y Murray no les indicó en ningún momento que le había administrado propofol.

La doctora Richelle Cooper precisó que en el hospital hizo preguntas a Murray sobre los medicamentos que estaba tomando Michael Jackson y aquél mencionó solamente el ansiolítico lorazepam.

La cardióloga Thao Nguyen también aseguró que Murray jamás mencionó el propofol. Lo que él me dijo fue que no bajáramos los brazos tan rápido y que hiciéramos todo para salvar al paciente, dijo.

Los testimonios de las médicas siguieron a los de dos para-médicos que también indicaron que Murray no les advirtió que le había suministrado un potente sedante a Jackson.

El paramédico Martin Blount dijo que ellos llegaron con la ambulancia cuatro minutos después de haber recibido una llamada de emergencia al 911 y que Jackson tenía la piel fría y dura, así como los ojos dilatados.

Parecía como si se hubiera ido hacía rato, dijo en la Corte Superior de Los Ángeles el paramédico.

El testimonio de Blount respaldó la versión de su colega Richard Senneff, al estimar que Jackson pudo haber dejado de respirar entre 20 minutos y una hora antes que ellos llegaran.

Blount dijo que Murray al principio negó haber dado medicación alguna a Jackson. Al mismo tiempo, afirmó que vio al médico con una aguja y que tres frascos del analgésico Lidocaine estaban en el piso.

Él los recogió del piso y los puso en una bolsa negra, afirmó Blount coincidiendo con el testimonio que dio el miércoles Seneff.