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La terapia se ha aplicado a diabéticos con neuropatía y ha evitado amputaciones

Cámara hiperbárica, coadyuvante en más de 30 enfermedades

La aportación de oxígeno mediante esta herramienta logra que el organismo recupere su capacidad de coagulación y restaurar la circulación sanguínea, señalan especialistas

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Sesión en la cámara hiiperbárica. Las pacientes aspiran oxígeno, lo cual favorece el funcionamiento celular y el restablecimiento del equilibrio endócrino metabólico, según sostienen los especialistas de la Asociación Mexicana de OxigenaciónFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 15 de diciembre de 2010, p. 40

El oxígeno, a una presión de 1.5 a tres atmósferas, como aporta la cámara hiperbárica, es capaz de mejorar el funcionamiento neuronal en bebés con retraso mental, adultos que han sufrido alguna embolia, así como evitar la amputación de extremidades en personas con diabetes.

Concebida inicialmente como herramienta de la medicina subacuática, el sistema se utiliza ampliamente en varios países para controlar problemas como colesterol y triglicéridos elevados.

En México se reconoce sólo como medicina alternativa, aunque en Estados Unidos la terapia cuenta con aprobación de la Agencia de Alimentos y Medicinas (FDA, por sus siglas en inglés) para el tratamiento de más de 30 enfermedades, entre las que también está el cáncer, pues se ha demostrado que la oxigenación contribuye a maximizar el efecto de los medicamentos que atacan los tumores, explicó Alejandro García Rodríguez, presidente de la Asociación Mexicana de Oxigenación Hiperbárica y Regeneración Celular.

En Estados Unidos, España, Japón y Rusia, la cámara hiperbárica forma parte de las herramientas de la medicina alópata. De hecho, sus beneficios comprobados en la restauración de la salud de personas con las afecciones mencionadas, así como para prevenir otros males, en la provincia de Cartagena, España, la ley dispone que las personas mayores de 45 años de edad deben someterse a 10 sesiones de oxigenación cada seis meses, comentó.

Para el especialista, abogado de profesión y con estudios técnicos en el uso de la cámara hiperbárica, este sistema podría sacar de la bancarrota al sistema nacional de salud, en particular a la seguridad social, por su ya demostrado potencial preventivo y curativo. Sólo como ejemplo mencionó los casos de enfermos de diabetes con neuropatía y su principal complicación, el pie diabético. La aportación de oxígeno mediante la cámara hiperbárica logra restaurar la circulación sanguínea y detener la muerte celular. Es decir, el organismo recupera su capacidad de coagulación y cicatrización.

Personas que en un año se someten a cuatro periodos de tratamiento de 10 días cada uno, obtienen la certeza de que conservarán la pierna afectada durante los siguientes cinco años y aún más, si continúan la terapia de la cámara hiperbárica de manera periódica.

Funciona, afirmó García Rodríguez, aun en aquellos pacientes que ya han sido notificados sobre el riesgo de perder su extremidad. Por el daño que ocasiona el pie diabético, en ocasiones ya no es posible salvar algunos dedos o parte del pie, pero se conserva la mayor parte del miembro, apuntó.

El especialista advirtió, no obstante, que buena parte de la recuperación es responsabilidad del paciente con los alimentos que consume y la adherencia a su tratamiento médico tradicional. La cámara hiperbárica es un excelente coadyuvante, pero sola no logra nada, apuntó.

La oxigenación hiperbárica surge de la medicina subacuática, que es utilizada para atender las afecciones de los buzos, cuando, por ejemplo, durante una inmersión de más de 30 minutos y más de 20 metros de profundidad tienen que salir de manera intempestiva.

Lo que ocurre es similar a agitar un refresco y destaparlo. El organismo empieza a burbujear y eso puede tener consecuencias graves. Para evitarlas se utiliza la cámara hiperbárica, explicó García Rodríguez.

Desde mediados del siglo XIX existen datos de investigaciones sobre el efecto que tienen las inmersiones en el organismo y se ampliaron durante las dos guerras mundiales, cuando el buceo se utilizó como estrategia militar. Ahí se descubrió que el oxígeno a más de 20 metros de profundidad se vuelve tóxico.

Con un buen conocimiento de la técnica, el sistema también se puede utilizar, entre otros, para el control de úlceras varicosas, Parkinson, Alzheimer, esclerosis múltiple y problemas de la próstata. En éstas, como en el retraso mental y los accidentes vasculares cerebrales, la oxigenación recupera la actividad neuronal que se ha mantenido en penumbra, señaló García Rodríguez.

También sirve para desintoxicar a personas que han consumido drogas o algún veneno.

El tratamiento se realiza en cámaras, recipientes herméticos al que se introduce aire comprimido –como en un submarino– por el equivalente a entre 10 a 20 metros de profundidad, de acuerdo con el protocolo de que se trate.

En estas condiciones las personas aspiran oxígeno en cantidades a presión por encima de lo normal, lo cual favorece el funcionamiento celular y el restablecimiento del equilibrio endócrino metabólico.

Antes de determinar si una persona es candidata al tratamiento con la cámara hiperbárica debe ser valorada por un médico especialista, de preferencia con formación en medicina naval, para que decida el tipo de terapia (número de sesiones y nivel de presurización) y da seguimiento.

La clínica de la Asociación Mexicana de Oxigenación Hiperbárica está en Playa Pichilingue número 14, colonia Militar Marte. Delegación Iztacalco. Teléfono 56 96 39 43