Cultura
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La FIL 2010

Hoy distinguirán al director de La Jornada Semanal con el premio Fernando Benítez

Gutiérrez Vega: la tarea del periodismo cultural es civilizatoria y está en crisis

Debemos contar con el atractivo y la amenidad necesaria para aumentar el número de lectores no para retirarlos ante ladrillos insoportables, sostuvo el poeta jalisciense en entrevista

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Hugo Gutiérrez Vega durante la entrevista, en su oficina, ubicada en el quinto piso de este diarioFoto Carlos Cisneros
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de diciembre de 2010, p. 6

Frente a este panorama donde la cultura no es un artículo de primera necesidad, sino atiende porque no queda más remedio, donde claramente para el gobierno no es prioridad, los suplementos, páginas y revistas culturales tenemos, por un lado, el reto de mantenernos vivos y ser cada vez mejores, advierte Hugo Gutiérrez Vega, director de La Jornada Semanal, cuya trayectoria será galardonada este domingo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) con el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez.

Gutiérrez Vega (Guadalajara, Jalisco, 1934), poeta y diplomático, se inició en el periodismo cultural en publicaciones estudiantiles; después fundó el suplemento Andayomohi en el Diario de Querétaro, a principios de la década de 1960. Fue, entre otros, director de difusión cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México y director de la Revista de la Universidad, y después colaborador de distintos medios tanto en México como en España, Argentina, Venezuela, Italia, Grecia, hasta llegar a La Jornada.

En su oficina, ubicada en el quinto piso del edificio de este diario, en la ciudad de México, don Hugo señala los cambios de forma y contenido que ha presentado el periodismo cultural, que en estos momentos necesita poner más atención a los jóvenes.

“Desde el punto de vista tecnológico ha cambiado una barbaridad. Recuerdo que la Revista de la Universidad era mensual, todas las horas que invertíamos con resistol, navaja y todas aquellas cosas para armar las páginas. Ahora, nuestra diseñadora manda el número a la imprenta en cosa de 15 minutos. Claro que trabaja arduamente para ir armando las páginas, pero el envío es cosa de 15 minutos y se va directo a la imprenta.”

Además, este tipo de periodismo ha cambiado porque ha entrado en crisis como todo el periodismo escrito, y los empresarios de los medios recortan siempre las páginas de cultura: Afortunadamente nuestro periódico ha mantenido la sensibilidad e inteligencia suficiente, no solo para no cortar, sino para incrementar un poco, tanto las páginas de cultura como el suplemento cultural, que somos hermanitos, tenemos prácticamente la misma actividad, aunque con enfoques distintos.

La desaparición de las páginas y suplementos culturales ha hecho que la competencia sea escasa. “Me gustaría que hubiera muchos suplementos para debatir de manera amistosa o inteligente. Los estudios culturales nacen del diálogo y del debate, desgraciadamente cada vez somos menos. Estamos en un momento difícil del periodismo cultural, y esto es muy grave, porque nuestra tarea es civilizatoria, es mantener vivos los signos de la civilización del país, tomar el pulso de la cultura académica y artística, analizar la cultura popular, establecer estas relaciones entre la cultura popular y la académica, que una influye en la otra –con la interferencia de la cultura comercial– y para eso las páginas y suplementos culturales son fundamentales.”

A los cambios en la forma se añade la transformación en el contenido. El periodismo cultural “se ha flexibilizado un poco. Tal vez antes había más cerrazón académica –no diría que elitismo–, pero Fernando Benítez nos enseñó, y por eso sigue siendo nuestro maestro, que nos dedicamos al tema de cultura pero somos periodistas y el enfoque debe ser periodístico; que nuestro trabajo y nuestra presentación debe contar con el atractivo y la amenidad necesaria para aumentar su número de lectores no para retirarlos ante ladrillos insoportables, agilizar las cosas y sobre todo actuar como periodistas porque nos dedicamos a los temas culturales, pero somos fundamentalmente periodistas”.

Los suplementos y páginas culturales no estamos prestando suficiente atención a los jóvenes, añade el autor de Nuevas peregrinaciones. “No hemos prestado suficiente atención y hay 7 millones y medio de ninis en este país, jóvenes que ni estudian ni trabajan.

Sabemos que algunos de ellos son nuestros lectores porque nos mandan cartas, se comunican con nosotros, nos mandan trabajos. Me entusiasman mucho esos trabajos, soy aficionado a los trabajos no pedidos. Tenemos que averiguar qué es lo que les interesa, establecer mayor comunicación con ellos para que el suplemento realmente trate esos temas y después los encamine a otros aspectos de la cultura.

Mientras dirige el suplemento no descuida su obra poética. Dos oficios que logra realizar robando horas a la noche. En la noche escribo, sobre todo poesía. Últimamente rompo mucho, como que he tenido un ataque de autocrítica que me lleva a la conclusión de que debería haber roto más.

Una de las actividades previas a la entrega del premio, que tendrá lugar la tarde de este domingo en la FIL, fue dentro del ciclo El placer de la lectura, donde Gutiérrez Vega recordó cuáles fueron los libros que lo marcaron, desde cuentos de hadas hasta grandes novelas clásicas de piratas a los viajes de Julio Verne y Salgari, Márai y Chéjov, entre otros, muchos otros.

Leer y releer, porque el verdadero deleite de la lectura es que no es una escapatoria, sino la exploración profunda del alma humana.