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Hoy no podemos presumir de grandes éxitos, dijo el presidente ruso

Debemos preparar a nuestros futbolistas: Dimitri Medvediev

Escépticos aseguran que sólo con la sede puede participar la selección

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 3 de diciembre de 2010, p. a18

Moscú, 2 de diciembre. Muchos salieron a la calle, a pesar del intenso frío –15 grados bajo cero–, para celebrar en el centro de Moscú que Rusia, por primera vez en su historia, organizará en 2018 un Mundial de futbol, noticia anunciada profusamente por los medios electrónicos y también en pantallas de televisión gigantes instaladas en plazas públicas.

¡Hurra! ¡Victoria!, escribió en su cuenta en Twitter el presidente de Rusia, Dimitri Medvediev, poco después de que en la ciudad suiza de Zurich, Joseph Blatter, titular de la FIFA –salpicada por recientes escándalos de corrupción–, dio a conocer el resultado de la votación final que otorgó a los rusos el derecho de organizar una Copa del Mundo.

Ganó Rusia y no hay vuelta de hoja para alegría de los aficionados. Para los más escépticos, ser anfitrión de una justa mundialista de futbol es la única posibilidad de que participe la selección nacional, que no pudo superar las eliminatorias en dos ocasiones consecutivas desde 2002.

Por eso Medvediev escribió que debe hacerse todo lo necesario para organizar el Mundial y jugar bien.

Después se difundió un mensaje de video del presidente ruso en el que felicita a los aficionados del país y vuelve a insistir: También tenemos que preparar a nuestros futbolistas porque por ahora no podemos presumir de grandes éxitos en los campeonatos del mundo. Pero si obtuvimos el derecho de organizar el torneo en casa nuestra selección tiene que hacer un papel decoroso.

Sin embargo, los aplausos de la elite política de la nación europea y de los medios de comunicación del Estado a su servicio son para otra persona: el premier Vladimir Putin, quien con un poco de suerte dentro de ocho años despachará de nuevo como presidente en el Kremlin.

La candidatura se considera un proyecto abanderado por el primer ministro y fue Putin el quien viajó de inmediato a Zurich para agradecer a los miembros de la comisión ejecutiva de la FIFA su apoyo.

“Nuestro país tiene todo para organizar un Mundial a nivel muy alto, aunque todavía falta hacer mucho: estadios, aeropuertos, hoteles y carreteras.

Es todo un desafío. Es la ventaja de nuestra candidatura, una apuesta por el desarrollo del futbol en todo el mundo, dijo un Putin exultante poco antes de subirse al avión con destino a Suiza.

El desafío costará a los contribuyentes rusos 3 mil 800 millones de dólares, más lo que se lleve remozar la infraestructura del país para que los integrantes de la comisión ejecutiva de la FIFA no se arrepientan de habernos elegido, señaló el vicepremier Igor Shuvalov.

Otro vicepremier, que además es ministro de Finanzas, Aleksei Kudrin, dijo que el Mundial costará menos que los Juegos Olímpicos de Invierno en Sochi en 2014 y subrayó que, al margen de los números, se fortalecerá el deporte y, por tanto, el modo de vida sano en el país.

No todos comparten el optimismo de Kudrin. El periódico digital Gazeta.ru concluye un editorial con esta advertencia: “Rusia consiguió el Mundial con la misma lógica que lo hizo África del Sur –se estimulan los proyectos con máximos gastos en los países menos desarrollados, ahí donde no se habían realizado antes competencias de ese tipo.

Si después de 2018 sigue siendo una provincia de petróleo y gas con un régimen totalmente corrupto y prácticas políticas salvajes, con todo el amor al futbol habrá que considerar que la decisión de la FIFA fue un error.