Mundo
Ver día anteriorMiércoles 17 de noviembre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

El ruso Viktor Bout era el mayor traficante de armas del mundo

Tailandia extradita a EU al señor de la guerra
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 17 de noviembre de 2010, p. 37

Moscú, 16 de noviembre. Conocido como el mercader de la muerte, el ruso Viktor Bout, presuntamente uno de los mayores traficantes de armas en el mundo, fue extraditado hoy de Tailandia a Estados Unidos, lo cual generó una iracunda reacción oficial en Rusia.

Este caso es un ejemplo de injusticia extrema, dijo el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Lavrov, desde Kenia, donde se encuentra de visita. Rusia, como país, seguirá brindándole apoyo por todos los medios.

El empresario Bout –todas sus transacciones en Sudamérica, Africa y el Medio Oriente las cerraba con alguna de las siete identidades que usaba con pasaportes falsos– fue detenido en Bangkok en marzo de 2008, cuando se reunió en un hotel de lujo con agentes estadunidenses que se hicieron pasar por compradores de armas para las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.

No cabe duda que la extradición ilegal de Viktor Bout es consecuencia de la presión política sin precedentes de Estados Unidos sobre el gobierno y los órganos judiciales de Tailandia, sostiene la cancillería de Rusia.

Bout, ex piloto de la fuerza aérea soviética y con nexos en el KGB, que él siempre ha negado, comenzó el negocio de las armas tras la caída del muro de Berlín. Las compraba barato a los generales corruptos en las bases militares que la Unión Soviética tenía en Alemania y otros países de Europa del este y las vendía caro a quien pusiera el dinero enfrente.

Añade la cancillería: Todo esto (la extradición), que no tiene explicación racional ni justificación, puede calificarse de injerencia en la impartición de justicia en Tailandia y pone en entredicho la independencia de su sistema judicial.

Tras adquirir tres aviones de carga AN-12, Bout llegó a tener una flota de cargueros propia, con decenas de aviones repartidos por el mundo, lo cual facilitaba la entrega de armas. Sin ningún tipo de restricción o escrúpulo, daba igual que el comprador fuera de un bando o de otro, porque él vendía armas a ambos.

Y remata el Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia: Es verdaderamente lamentable que las autoridades de Tailandia hayan cedido a la presión política foránea y realizado la ilegal extradición de Viktor Bout.

Hasta su detención en Tailandia, Bout había logrado eludir las sanciones de Naciones Unidas para vender armas a los talibanes en Afganistán y a dictadores como Charles Taylor en Liberia y Mobutu Sese Seko en Zaire (actual República del Congo), así como las medidas de Estados Unidos para bloquear sus finanzas y restringir sus desplazamientos.

Concluyó hoy toda una saga diplomática y judicial que duró dos años y medio, con Tailandia en medio, entre Estados Unidos, aliado histórico que pedía extraditar a Bout, y Rusia, socio comercial que quería impedirlo.

El secretario general del Consejo de Seguridad Nacional de Tailandia, Thawil Pilense, trató de limar asperezas con Rusia: Es un dilema político para nosotros, pero tenemos que ajustarnos al debido proceso judicial. Creo que Rusia sabrá entenderlo.

La justicia tailandesa había aceptado en agosto la extradición de Bout a Estados Unidos, donde sería juzgado por terrorismo, pero el procedimiento estaba bloqueado por una segunda demanda por lavado de dinero y fraude presentada por los estadunidenses por temor de que fallara la primera

El tribunal penal de Bangkok desestimó la segunda denuncia por falta de suficientes pruebas y, así, abrió la vía a la extradición, que se ejecutó con rapidez.

Ahora, Bout –cuya vida inspiró a Hollywood a llevar a la pantalla El señor de la guerra, película protagonizada por Nicolas Cage– corre el riesgo de ser condenado a cadena perpetua.