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IV Foro mundial sobre migración y desarrollo

“Naciones de origen, obligadas a generar empleos bien remunerados”

Crimen organizado, el peor enemigo de los migrantes, dice el Presidente
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Foto: Reuters
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Periódico La Jornada
Miércoles 10 de noviembre de 2010, p. 3

Puerto Vallarta, Jal., 9 de noviembre. El fenómeno migratorio no puede ser borrado por decreto ni puede analizarse con visiones parciales o policiacas pues es un asunto que genera beneficios tanto a países de origen como a receptores, sostuvo el presidente Felipe Calderón.

Subrayó que conforme a datos del propio gobierno estadunidense (Council of Economic Advisers) los migrantes pagan más impuestos respecto de los servicios públicos que reciben, en un rango de 80 mil dólares al año y hasta 189 mil dólares, según la especialización del trabajador.

El mandatario mexicano acudió a las Jornadas de la Sociedad Civil, que se desarrolla aquí previo al encuentro de gobiernos del cuarto Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo.

Ante representantes de organizaciones no gubernamentales de más de 66 países, así como integrantes de agencias de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros organismos internacionales, hizo un repaso, de ida y vuelta, de las causas y consecuencias de la migración. Es decir, reclamó reformas y buen trato para los connacionales, pero también reconoció que en México el crimen organizado es el peor enemigo de los migrantes.

Indicó que la migración duele porque se van los trabajadores más audaces, pero también se mostró avergonzado por la reciente matanza de 72 trabajadores de Centro y Sudamérica en su paso por nuestro país.

Los hechos ocurridos en Tamaulipas recientemente nos apenan profundamente a los mexicanos en nuestro país y ante el mundo, dijo, al tiempo de asegurar que han actuado con firmeza y determinación para la detención de los presuntos responsables.

Puedo asegurarle al mundo que estamos llevando y seguiremos adelante con las investigaciones hasta las últimas consecuencias, expresó respecto del tema que es para los activistas un hecho paradigmático del nivel de violencia hacia los indocumentados.

Al inicio de su discurso, acompañado en el presídium por Navanethem Pillay, representante del secretario general de la ONU y alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Calderón defendió la migración y sus beneficios para el vecino país del norte: impulsa la productividad y el nivel de ingresos de los trabajadores nacidos en Estados Unidos en un monto mayor a los 30 mil millones de dólares al año; compensa los desequilibrios en el mercado laboral, e incluso evita la quiebra de muchos gobiernos estatales de ese país.

A escala mundial, las remesas alcanzaron en 2009 el nivel de 414 mil millones de dólares, de las que 314 mil millones fueron a naciones en desarrollo.

La magnitud de estas cifras nos habla claramente de la imperiosa necesidad de llegar a un acuerdo en materia migratoria; un acuerdo entre los países de origen, tránsito y destino, que permita regularizar la situación de los migrantes y lograr que se conviertan en una fuerza positiva para el desarrollo a escala internacional, señaló.

Por ello, dijo, es necesario que se perciba este fenómeno como una fuerza positiva que permita, como dice el presidente (Barack) Obama, de Estados Unidos, sacar de las sombras a esos millones que se esfuerzan, trabajan y pagan impuestos.

Es mentira, agregó, que los migrantes latinoamericanos le resten o disminuyan la posibilidad de crecimiento a Estados Unidos; por el contrario, ese avance de la mayor economía del mundo en el siglo 20 no se explica sin la mano de obra de los migrantes.

Por ello, pidió abordar el tema migratorio con responsabilidad compartida.

La migración nos duele. Sabemos que los migrantes toman la difícil decisión de dejar su tierra y su familia, a veces para siempre, porque no tienen otra oportunidad para darle algo a los suyos, expresó.

Reconoció también que las naciones de origen tienen la obligación de generar empleos bien remunerados, porque no nos resignamos a que cada año mueran, en promedio, 400 personas tratando de cruzar la frontera con Estados Unidos.