Espectáculos
Ver día anteriorSábado 23 de octubre de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Terry Gilliam dio una charla al público dentro de la cátedra Ingmar Bergman, de la UNAM

La película, diosa implacable que me libera hasta que está hecha

Entre los temas que trató, habló sobre su proceso creativo: en la madrugada los papeles comienzan a moverse sobre la mesa y me hablan; no necesito drogas, soy bastante aburrido

Foto
Realizar películas consiste en resolver problemas, opinó el realizador de TidelandFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Sábado 23 de octubre de 2010, p. 8

La película se crea a sí misma. La película es la diosa y es una diosa implacable, brutal. Arrastra a todos hasta que está hecha. Cuando finalmente lo está, soy liberado de su cautiverio. Cuando finalmente está hecha, siempre digo que no volveré a creer en esa diosa. Así se expresó el cineasta Terry Gilliam, integrante de Monty Python y realizador de Brasil y El mundo imaginario de doctor Parnassus.

Gilliam, quien recibió hace unos días la medalla de la Filmoteca de la UNAM, en el contexto del Festival Internacional de Morelia, al cual fue invitado, conversó con el público de un repleto teatro Juan Ruiz de Alarcón, acerca del proceso creativo y sus películas anteriores y futuros proyectos. La presentación corrió a cargo de Armando Casas, director del Centro Universitario de Estudios Cinematográficos.

Lanzó que quizá sea la película misma la que impide que avance su proyecto El hombre que mató a don Quijote. “La película decidió que el guión no era suficientemente bueno, así que provocó la lluvia (el set se inundó).” Y seguirá retrasando hasta que sea el guión correcto. Cuando el dios de las películas decida que estamos listos, filmaremos.

La conversación se realizó en el contexto de la cátedra Ingmar Bergman de Cine y Teatro, auspiciada desde la Coordinación de Difusión Cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Antes, se proyectó la más reciente cinta de Gilliam, El mundo imaginario del doctor Parnassus. Fuera del teatro se instalaron dos pantallas para que la gente que no pudo entrar siquiera lo que ocurría dentro.

El cineasta y dramaturgo Flavio González Mello, entrevistador de Gilliam en el escenario, guió la plática por un abanico de temas, comenzando por Monty Python, grupo del cual Gilliam formó parte, creador de clásicos como Life of Brian o Monty Python and the holy grail.

Conectados con los Beatles

González comparó a los Beatles con los creadores (es un grupo casi contemporáneo a los Beatles y “ambos grupos se caracterizan por tener un sello muy particular como colectivo). Gilliam recordó que de hecho George Harrison siempre sintió que cuando los Beatles dejaron de ser grupo le pasaron su espíritu a Monty Python, porque el año en que los Beatles se separaron comenzó el colectivo inglés.

Gilliam habló acerca del proceso de creación de una cinta: “En el cuarto de edición es cuando finalmente se escribe la película. Todo el proceso de hacer un filme es un continuo: la etapa de escribir el guión es el mapa; luego filmas, tenemos el mapa y nos dirigimos hacia una hermosa ciudad sobre un cerro, y entonces entras en un bosque y antes de que sepas otra cosa, las luces se apagan: ¿dónde estoy?; te empiezas a perder durante la filmación, te rompes una pierna, pero llegas al final, y sin embargo todavía no llegas a la ciudad.

“En el cuatro de edición tienes todos estos pedazos de un enorme rompecabezas, y piensas, aunque se supone que esta pieza va aquí, queda mejor acá.

El editor debería recibir el mismo crédito que el guionista. Va más allá: Para mí, la cinta no está escrita hasta que se añade el último efecto de sonido, y color.

Realizar películas consiste en resolver problemas, opinó. Al principio pensaba: ‘esta es la manera perfecta, no hay otra’. En Holy grail, querían unos caballos de verdad, pero no les alcanzaba, así que usaron cocos. Al no tener dinero, nos forzaron a salir de la mediocridad.

Añadió: Las cosas que salen mal me han salvado de mi mediocridad. Lo que hay que mantener es la esencia de lo que se hace.

Al público, compuesto en buena parte por estudiantes, le dijo: Comencé desde arriba y he ido hacia abajo; quizá termine yendo a la escuela para aprender qué estoy haciendo.

Asegura que sus alucinantes cintas fueron hechas sin influencia de sustancias. Eso es bastante aburrido acerca de mí: estoy bastante libre de drogas. Así nomás, a las tres o cuatro de la madrugada los papeles comienzan a moverse sobre la mesa y me hablan. No necesito drogas.

Escucha música todo el tiempo, pero ve poco cine y televisión. Sólo observo. Trato de reinventar lo que veo, nomás para divertirme; hacer combinaciones.

Antes iba a la Galería Nacional en Londres y caminaba a través de ella, en 15 minutos recorría desde la puerta delantera hasta la trasera.

Así vio la exposición de Max Ernst en la ciudad de México. Verlas de volada, dice, fue como ver una película.

También habló sobre Brasil, su primera cinta como director en solitario. Resume el espíritu de Monty Python, el humor irreverente, pero también está esa elaboración de la imagen, muy poderosa, con espíritu marcadamente posmoderno, a diferencia de otras cintas de ciencia ficción, hace un futuro basado en un collage del pasado, le dijo González.

Brasil fue muy catártico. Muchas cosas, la sociedad, el gobierno, la burocracia, me enojaban.” Siguió: No quería que se identificara con un mundo del futuro, quería que fuera el presente. Los temas en Brasil parecen más evidentes hoy que entonces.

Demandaría a Bush

Más adelante, dijo: “Pensé en demandar a George W. Bush y Dick Cheney por hacer un remake no autorizado de Brasil”. Lo cual fue recibido con aplausos y risas de los presentes. “Todo lo de Brasil pasa hoy”, y hasta peor, opinó.

Vivimos en un mundo donde nos dijeron que la tecnología haría nuestra vida más fácil. En la realidad, la hace más complicada.

Opinó que su tendencia a usar gran angular se debe a que también es caricaturista. Los caricaturistas distorsionan las cosas con la esperanza de mostrar un poco más la verdad sobre un sujeto.

Al ser interrogado acerca de en qué fase va de la filmación de El hombre que mató a don Quijote, dijo: Estoy... estoy... estoy... aquí... El público respondió con aplausos y risas. Se supone que estamos filmando, pero de último momento hubo problemas de financiamiento, así que estoy aquí... Me dicen que acá puedo hacer cintas con menos dinero que en España, así que estoy viendo lugares.

Pero antes de esta filmación se enfrenta al proyecta de montar Fausto, para la Ópera Nacional Inglesa, lo cual le hace perder el sueño. Me comprometí a hacerla; hemos trabajado en el escenario los pasados meses, y no sé cómo hacerla. Nunca me gustó la ópera, simplemente decidí hacer algo nuevo. Brincar desde el borde de la barranca y ver qué pasaba. Ahorita, la caída es realmente terrorífica.

El público lo despidió con una ovación. La charla será publicada en un libro de entrevistas con directores, editado por la UNAM.

El acto fue organizado por la UNAM en colaboración con el Festival Internacional de Cine de Morelia.