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Pobladores rezan por que la furia del Papaloapan no cubra el caserío en las próximas horas

Tlacotalpan, otra vez vacía; sus 14 mil habitantes están en albergues

Herrera solicita moderar desfogue de presas para rescatar a 5 mil atrapados en comunidades

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El agua desbordada del Papaloapan anegó todas las viviendas y edificios de la ciudad, entre ellos 540 clasificados como monumentos históricosFoto Notimex
Corresponsales
Periódico La Jornada
Sábado 2 de octubre de 2010, p. 27

Tlacotalpan, Ver., 1º de octubre. La llamada Perla del Papaloapan se encuentra vacía y bajo el agua. Hace un mes estaba igual. Sus 14 mil habitantes, quienes supusieron que lo peor había pasado luego del desbordamiento del río, nuevamente están en albergues. Muchos habían regresado a sus hogares apenas hace 10 días.

Las aguas desbordadas del Papaloapan convirtieron en pequeños ríos otra vez las calles de esta ciudad, declarada patrimonio cultural de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura. La corriente es tan fuerte que se teme colapso de los edificios históricos.

El gobernador Fidel Herrera solicitó a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) moderar los desfogues de las presas Cerro de Oro y Temazcal, cuyas aguas se vierten en el Papaloapan y sus afluentes, para que se pueda realizar el rescate de unas 5 mil personas que todavía están atrapadas en 12 poblados rurales, a los que no se puede llegar.

Por estar a su máxima capacidad por las precipitaciones pluviales en las montañas de Oaxaca las compuertas de ambas presas –ubicadas en los límites de Veracruz con esa entidad– fueron abiertas desde la tarde del miércoles y desfogan mil 100 y 800 metros cúbicos, respectivamente, informó la Conagua.

Los tlacotalpeños instalados en albergues de Alvarado y Boca del Río le rezan al monumento de la patrona religiosa del pueblo, la Virgen de la Candelaria, a la que se venera cada 2 de febrero en la fiesta icono de la cuenca del Papaloapan. Un grupo de fieles trataron de bajarla del pedestal y llevarla a un lugar seguro, pero finalmente no se concretó.

La señora sólo desciende una vez al año, cuando va a pasear sobre el río y bendecirlo; hoy el río vino hacia ella y tuvo que salir, relatan los ciudadanos en refugios, quienes piden a la virgen que amaine la furia del Papaloapan que amenaza con cubrir el caserío en las próximas horas.

Este viernes, el agua desbordada del Papaloapan alcanzaba tres metros de altura en los puntos más bajos de Tlacotalpan, y cubría en su totalidad el malecón ribereño, el parque central y plazuelas tradicionales como las de San Miguel y Doña Martha.

Todas las viviendas y edificios están anegados, entre ellos 540 clasificados como monumentos históricos, incluido el teatro Nezahualcóyotl, el mercado Dehesa, la casa Agustín Lara y los templos paralelos a la parroquia de la Virgen de la Candelaria.

La alcaldesa Esperanza Burela Villegas informó que del Museo Salvador Fernando fue rescatado el cuadro Mi abuela jarocha en traje de novia, del pintor modernista Alberto Fuster, elaborado en 1917 y valuado en 20 millones de pesos. Precisó que todavía hay mil 500 habitantes en Tlacotalpan y se guarecen en los segundos pisos.

El Centro Instituto Nacional de Antropología e Historia en Veracruz informó que la primera inundación dañó 10 edificios, pero ahora, con la segunda, se temen daños a los cimientos y estructuras de los inmuebles, algunos con más de cien años de antigüedad.

En la ciudad no hay energía eléctrica ni servicio de telefonía, y en las calles convertidas en ríos sólo se ven embarcaciones que patrullan. La previsión de autoridades de Protección Civil es que entre este sábado y domingo, el nivel del agua llegue a cuatro metros, es decir, 80 centímetros más que en el anegamiento del mes pasado.

La presencia de personas se reduce a la segunda planta del palacio municipal, donde permanecen algunos funcionarios, y a las labores de personal del Ejército y la Armada a bordo de vehículos acuáticos. Desde el martes se ordenó el desalojo total de la demarcación ante un nuevo desbordamiento del Papaloapan, más intenso que el anterior.

Del 28 de agosto al 5 de septiembre Tlacotalpan se anegó totalmente y el agua alcanzó 3.50 metros en las zonas más bajas. Para el 6 de septiembre, los pobladores habían sido desalojados. Pudieron regresar una semana después, cuando bajaron las aguas. El 20 de septiembre regresaron las últimas 600 personas que permanecían en albergues de Alvarado y en el World Trade Center de Boca del Río.

Sin embargo, los remanentes de la tormenta tropical Matthew volvieron a desbordar el río Papaloapan y sus afluentes San Juan y Tesechoacan, ocasionando crestas de agua superiores a las del mes pasado.

Desaparecería la ciudad: Herrera

La ciudad de Tlacotalpan sufrirá una devastación sin precedente dijo el gobernador Herrera Beltrán; incluso, “podría desaparecer…”, subrayó durante una visita de inspección del avance de la limpieza en Parque Zamora, del puerto de Veracruz.

Según la gerencia regional de la Conagua y el Centro Estatal de Estudios del Clima la inundación en Tlacotalpan y otros municipios ribereños como Carlos A. Carrillo, Chacaltianguis, Amatitlán, Acula, Tlacojalpan, Oatititlán y Tuxtilla registrará marca histórica.