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Documentan en un libro la elaboración de confitería desde la época prehispánica

Violencia, desigualdad y pobreza amargan la dulce patria en el siglo XXI, afirma experta
 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de octubre de 2010, p. 5

En el libro titulado Dulce patria de caramelo y chocolate se recopila de manera sintética la historia de algunos dulces mexicanos de las épocas prehispánica y colonial hasta nuestros días, así como algunas tradiciones relativas a la elaboración de confitería en el país.

Coordinado por la historiadora Guadalupe Jiménez, asesora de Fomento Cultural Banamex, el volumen fue presentado por la especialista la noche del miércoles en el Museo Casa de la Bola, así como por directivos del Grupo PepsiCo México, empresas editoras del libro, que contaron con el apoyo del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes por conducto del Museo Nacional de Culturas Populares.

En el acto, Jiménez destacó que somos un pueblo dulcero, quizá más durante los tres siglos del reino de la Nueva España y menos hoy, pero aún nos queda la nostalgia de los dulces de nuestra abuelita.

Maravillosa alquimia

Los dulces tradicionales, abundó Guadalupe Jiménez, reflejan en sus ingredientes lo que somos los mexicanos: multiétnicos, multiculturales, producto del mestizaje de muchos pueblos.

Entre los ingredientes que vienen del pasado prehispánico encontramos,. por ejemplo, el chocolate, la vainilla y la miel de maíz. Frutas como la tuna, la guanábana, el mamey y el zapote.

De Asia, África y Europa: el coco del océano Índico; el tamarindo, dátil de la India; los cítricos, como el limón, la naranja y la toronja. De la lejana China, el azúcar llevada a España por los árabes. Y frutas como el durazno, la pera, la manzana y el plátano. Y la leche, el queso y la mantequilla con los que se elaboran muchos postres.

Con toda esa variedad de productos, continuó la especialista, se integró una maravillosa alquimia en las cocinas y fogones de conventos y hogares novohispanos y más tarde mexicanos.

Sin embargo, se preguntó Jiménez, “¿qué hemos hecho de esa dulce patria en el siglo XXI? La hemos amargado con la violencia indiscriminada, con lacerante desigualdad y pobreza, con la falta de esperanza para nuestros jóvenes.

Tenemos que recobrar el respeto por el otro, la convivencia pacífica y la tolerancia. Con alegría, amor, paciencia y humildad podremos detener la ola de amenazas que confronta el país, apuntó la historiadora.

Dulce patria…, con tiraje de tres mil ejemplares, es un libro editado sin fines de lucro, según Pedro Padierna, directivo de PepsiCo, quien en la presentación se refirió a los proyectos y golosinas de ese corporativo.

El volumen, dijo, será distribuido entre la comunidad cultural, museos, bibliotecas e instituciones privadas y gubernamentales.