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El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes convoca al certamen México lee 2010

Proponen revisar el salto de leer por placer a hacerlo por fuerza

Los niños menores de 12 años no se incluyeron en la encuesta nacional: Socorro Venegas

El lugar para esa actividad no importa, puede ser en un panteón, una prisión o una funeraria, dice

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Sala de lectura Emiliano Zapata, instalada en el panteón de Yecapixtla, MorelosFoto Anahí Zepeda
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de septiembre de 2010, p. 2

¿Dónde leer? Cuando hay gusto y ganas por hacerlo, hasta un panteón resulta un buen espacio, como lo demuestran los promotores de lectura en Yecapixtla, Morelos.

Para premiar esfuerzos de esa índole, por segundo año consecutivo el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA) lanza el concurso México Lee 2010, el cual invita a participar en cinco categorías: fomento a la lectura en salas de lectura, en bibliotecas públicas, desde la sociedad civil, en escuelas públicas de educación básica y en otros espacios educativos.

Los ganadores recibirán 30 mil pesos en efectivo, además de colecciones de libros y becas de estudio. Sobre todo, el CNCA podrá conocer una gama muy amplia de actividades e ideas que se realizan en el país con un solo objetivo: disfrutar los libros.

Con esa información se podrá aprovechar un enorme banco de experiencias, señala Socorro Venegas, directora adjunta de fomento a la lectura del consejo.

La funcionaria afirma que México sí es un país de lectores: “son niños menores de 12 años que no se consideraron en la encuesta nacional de lectura. Es decir, hay un esfuerzo de tiempo atrás de las instituciones, de lo contrario, estos pequeños no leerían como lo hacen. Si vemos los tirajes de libros para niños del Fondo de Cultura Económica o de otras editoriales, las cifras opacan a cualquier otro libro dirigido a los adultos.

Hay lectura por placer entre el público infantil, pero hay que revisar qué pasa cuando estos pequeños lectores entran a los 13 o 14 años, donde la lectura se vuelve principalmente utilitaria y dejan de leer por gusto, como señalan las encuestas. Es ahí donde debemos trabajar, pero también no descuidar a los adultos ni pensar que si no tienen el hábito de la lectura o no lo hicieron de niños ya son casos perdidos.

Libros en Braille

Desde hace 15 años el CNCA impulsa el Programa Nacional de Salas de Lectura (PNSL) con la convicción de que “los adultos se pueden convertir en lectores muchas veces gracias al acercamiento que ellos quieren provocar en los niños.

Por ejemplo, en Campeche, en una sala de lectura ubicada dentro de un reclusorio, los internos nos pidieron libros para niños, pues querían tener historias qué contar a los pequeños familiares que los visitaban.

Actualmente hay 3 mil 476 salas de lectura activas en el país. Así como en Morelos hay una en un panteón, en Nayarit hay otra en una funeraria. Se puede instalar donde sea, la sala de lectura es una combinación entre el mediador y las redes que teje para el fomento a la lectura. El PNSL entrega al inicio 100 libros y en el proceso de trabajo del espacio se les dan otros 50 títulos. En promedio acuden 40 personas por sala al mes, detalla Venegas.

De la población atendida en esos espacios, 72 por ciento son niños y jóvenes. En los dos años recientes, el CNCA distribuyó 6 mil libros en sistema Braille y 12 mil ejemplares en maya, tzeltal, tzotzil, náhuatl, mixteco y dos vertientes del zapoteco: dixsaa y distee.

Según la Encuesta Nacional de Prácticas y Consumo Culturales (CNCA, 2004), las salas de lectura satisfacen alrededor de 3.3 por ciento del acceso a los libros a escala nacional, operando en poblaciones que no cuentan con otro acceso a la literatura, debido a la falta de bibliotecas y librerías.

Queremos que los trabajos participantes en el premio México Lee 2010 nos sirvan para organizar y sistematizar las experiencias y nos indiquen qué tipo de capacitación necesitan los promotores o qué acervos, concluye Venegas.

Instrumentos de paz

El año pasado se recibieron a concurso 210 propuestas. Entre los galardonados destacó el trabajo que realizó la promotora cultural Martha Luna, en Morelia, Michoacán, quien luego del atentado del 15 de septiembre de 2008 en esa ciudad, convocó a varios de sus colegas a levantarse en libros, como instrumentos de paz.

También se reconoció al colectivo Palabras de Arena, de Ciudad Juárez, Chihuahua, por su proyecto Regalando palabras en el desierto: cuentacuentos urbanos entre maquiladoras y narcofosas.

Las bases del concurso se pueden consultar en la página web: http://lectura.dgme.sep.gob.mx/0ArchivosIndex/Mexico_Lee_2010_Premio.pdf