Sociedad y Justicia
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La autoridad de la Iglesia respondió con lentitud e indulgencia ante abusos de pederastas

Ratzinger: hay que resistirse a las formas agresivas de laicismo

Los 65 mil asistentes a la misa celebrada por el Papa en Glasgow, en la que se presentó la ex cantante parroquial Susan Boyle, pagaron una contribución inédita de 20 libras

 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de septiembre de 2010, p. 41

Glasgow, 16 de septiembre. El papa Benedicto XVI comenzó su visita de Estado de cuatro días a Gran Bretaña con la franca admisión de que la Iglesia católica respondió con demasiada lentitud e indulgencia a las denuncias de abusos sexuales que cometieron sacerdotes pederastas. Además advirtió a los británicos que deben resistirse a las formas agresivas de laicismo que amenazan con socavar los cimientos cristianos de la nación.

La autoridad de la Iglesia no fue suficientemente vigilante (...) ni rápida y firme para tomar las medidas necesarias, declaró el Papa a periodistas en el avión que lo llevó a la ciudad escocesa de Glasgow, una de las escalas en su visita.

Estas revelaciones fueron para mí un golpe y una gran tristeza, agregó el Papa alemán sobre el tema que ha marcado su pontificado, iniciado en 2005, y sacudido a la vecina Irlanda. Benedicto XVI respondió así a los grupos laicos británicos que, en vísperas de su visita, lo criticaron por su falta de reacción en este escándalo. Joseph Ratzinger debe reunirse también en estos días con algunas de las víctimas.

Agregó que las revelaciones sobre abusos sexuales de sacerdotes a niños y niñas en todo el mundo, que fueron encubiertos por la Iglesia durante décadas, le habían producido una fuerte conmoción y profunda tristeza. Es muy difícil entender cómo pudo ocurrir esta perversión del sacerdocio, dijo.

Los casos de abusos sexuales en instituciones educativas católicas sumieron al Vaticano en una severa crisis y ensombrecieron el decimoséptimo viaje del Papa al exterior.

Joell Casteix, dirigente de la Red de Sobrevivientes de Abusos cometidos por Sacerdotes (Survivors Network of those Abused by Priests, SNAP, por sus siglas en inglés), calificó de hirientes y poco honrados los pronunciamientos de Benedicto XVI.

Es poco honesto decir que los responsables de la Iglesia fueron lentos e insuficientemente vigilantes ante dichos abusos, estimó. Por el contrario, fueron rápidos y vigilantes para ocultarlos, no para evitarlos, agregó el dirigente de la organización con sede en Estados Unidos.

Ratzinger también dedicó la primera jornada de esta visita de Estado a atacar el laicismo imperante en la sociedad británica, y animó a los católicos a plantear en el foro público los argumentos promovidos por la sabiduría y la visión de la fe.

Este llamado a la movilización de los fieles, especialmente los más jóvenes, se produjo durante una misa multitudinaria que presidió por la tarde ante 65 mil personas en el parque Bellahouston de Glasgow, segunda etapa de este viaje de cuatro días, tras un breve paso matutino por Edimburgo.

Hoy algunos buscan excluir de la esfera pública las creencias religiosas, relegarlas a lo privado, objetando que son una amenaza para la igualdad y la libertad, afirmó en su homilía pronunciada en el mismo escenario donde Juan Pablo II congregó a 300 mil personas hace 28 años.

La sociedad actual necesita voces claras que propongan nuestro derecho a vivir, no en una selva de libertades autodestructivas y arbitrarias, sino en una sociedad que trabaje por el verdadero bienestar de sus ciudadanos, dijo.

Los 65 mil asistentes a la primera misa que ofició el Papa durante su visita pagaron una contribución inédita de 20 libras (poco más de 400 pesos) a través de sus parroquias para poder asistir a esta misa y a una actuación estelar de Susan Boyle, la ex cantante parroquial escocesa que causó furor en Internet tras su participación en un concurso televisivo el año pasado.

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Benedicto XVI desde la ventana de la nunciatura apostólica en Londres, donde se hospeda, durante su visita de cuatro días a Gran BretañaFoto Ap

Horas antes, en un primer discurso pronunciado durante la bienvenida oficial que le ofreció la reina Isabel II en su residencia de Edimburgo, el palacio Holyroodhouse, el Papa advirtió también acerca de las formas más agresivas de secularidad en una sociedad británica que se esfuerza por ser moderna y multicultural.

No dejemos que esto oscurezca el fundamento cristiano que apuntala sus libertades, agregó el Pontífice ante la reina, apelando a la unidad de las diferentes iglesias cristianas para defender los valores tradicionales.

El Papa hizo estas declaraciones tras una controversia provocada por el cardenal alemán Walter Kasper, experto en las relaciones ecuménicas de la Iglesia, quien comparó en una entrevista al Reino Unido con un país del tercer mundo en el que se ha extendido un neoateísmo agresivo.

Pese a las amenazas, la etapa escocesa no estuvo marcada por las protestas, aunque pequeños grupos y ciudadanos denunciaron públicamente las posiciones de la Iglesia en materia de anticoncepción, aborto o derechos de las mujeres y de los homosexuales.

Asimismo, Benedicto XVI instó hoy a la generación joven a que se resista a las tentaciones de la vida moderna –drogas, sexo, dinero, alcohol y pornografía, que el mundo hace creer que traen felicidad, pero son destructivas y contradictorias–, y a llevar una vida que sea digna del Señor y de ella misma.

Sólo la fe puede ofrecer una liberación ante la existencia superficial y tentadora que la sociedad con frecuencia promociona.

La misa al aire libre en Glasgow es la primera de tres previstas durante la visita de cuatro días del Papa a Escocia e Inglaterra.

Los católicos son en el Reino Unido una minoría, si bien en Escocia la proporción es mayor.

Benedicto XVI, de 83 años, pasará la noche en la nunciatura papal en Londres y comenzará mañana en la capital británica su segundo día de la visita.

Es una visita de Estado y al mismo tiempo no lo es: la reina Isabel II lo invitó, pero Benedicto cumple un programa igual al del resto de sus visitas meramente pastorales, lo cual responde, en parte, a la interrogante de por qué la monarca de 84 años recibió al Papa en su residencia en Escocia.

Su estancia en el país está prevista así de antemano. Durante un viaje de la monarca a Italia, Benedicto la recibió también en su residencia de verano de Castelgandolfo, no en el Vaticano. Pero Ratzinger no pernoctará en Londres en la casa de invitados de la reina, sino, como siempre, en la nunciatura. Tampoco se dará un baño de masas en un auto estatal ni se ofrecerá, en su honor, un banquete de Estado oficial.

Karol Wojtyla realizó un viaje pastoral a Reino Unido en 1982, cuando fue recibido emotivamente por cientos de miles de británicos en las calles y plazas.

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, calificó el encuentro con la reina al comienzo del viaje como amigable, festivo, entrañable y también familiar.