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Me costó mucho el título y no lo voy a dejar

Ana María Torres, lista para retener la corona supermosca del CMB ante la alemana Alesia Graf

 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de septiembre de 2010, p. a40

En el Monumento al Boxeador –cerca del barrio bravo de Tepito, que es sinónimo de pugilismo–, Ana María Torres subió a la báscula con porras, vítores y ruidos de matraca, mientras su rival, la alemana Alesia Graf, fue abucheada por el respetable, en lo que la mexiquense espera sea un preludio de lo que sucederá este sábado en la Plaza México.

Noche de boxeo en la capital del país. Torres expondrá su título mundial supermosca del CMB ante la doble monarca europea, en pelea femenil que roba cámara a las contiendas de los varones.

Y mientras Ana María se pesó con short y top negros, Alesia lo hizo con un llamativo biquini multicolor y una pesada cruz al cuello. Ambas registraron 52 kilos rumbo a su combate, que será el primer duelo femenil a realizarse en la México.

Y si en el pesaje oficial ganó por nocaut ante tanto aplauso, La Guerrera confía que esta noche sea impulsada por unos 10 mil aficionados de Neza, que la apoyarán a ella y a Reyes Sánchez, el otro púgil del municipio mexiquense, que enfrentará a Daniel Estrada, con quien ayer intercambió topetazos.

“Tener al público a favor me motiva, no me presiona –aclaró Ana María, quien mostraba con orgullo una playera con la leyenda ‘Hecha en México’–. Será algo histórico para el boxeo femenil. Me costó mucho mi título y no lo voy a dejar. Voy a ganar por nocaut o por decisión, no me voy a presionar.”

Su mánager, Roberto Santos, señaló que tienen bien definida una estrategia para superar el mayor alcance de la germana, quien por su parte refleja un buen semblante ante lo que ha observado en estos días por la función Gala del Bicentenario, para la que se ha vendido la mitad del aforo de la plaza, unos 25 mil boletos.

El duelo estelar será entre Érik Morales y el escocés Willie Limond, por el cetro continental superligero del CMB. Marcaron el mismo peso de 65 kilos y el tijuanense está optimista de salir con el brazo en alto en la búsqueda de su cuarto título mundial.

En el previo, Édgar Sosa, con sus tres placas de titanio en el rostro, enfrentará a Ryan Bito. Sosa dio el límite de 50 kilos 800 gramos para la división mosca, mientras el filipino no tuvo problemas con 50.100.

Sosa tomará como revancha el duelo ante Bito, en recuerdo de que otro filipino, Rodel Mayol, le causó una fractura con un cabezazo. Pero más allá de ese sentimiento, el Iron Man dijo estar agradecido por seguir en el boxeo.

Doy gracias a Dios porque pensé que mi carrera había terminado luego de esas fracturas. Quiero ser campeón mundial otra vez y este rival será un buen parámetro para saber cómo estoy, expresó Sosa, rodeado de niños de la primaria Jaime Nunó, mientras José Sulaimán expresó su satisfacción por recibir el premio Joaquín Capilla.

No lo merezco, estoy profundamente agradecido, ya que desde niño me emocionaba con lo que veía hacer a nuestro medallista, expresó el presidente del CMB.