En el Cruz Azul no pueden estar recordando los fracasos en las finales que han disputado, ni la ausencia de triunfos en los clásicos contra el América. Ya no es tiempo de vivir con esos fantasmas, que lo único que traen son molestias, nada más. Acá hay que tratar de ser lo más optimistas posibles; pensar que cada torneo va a ser el bueno, comentó el delantero Emanuel Villa.

Aunque reconoció que únicamente con un titulo borrarán los fantasmas, ese es su desafío. “Lo que hablamos siempre con nuestros compañeros, y de hecho con el profe (el técnico Enrique Meza) también, es que no nos gustaría estar solamente de paso por aquí, y decir: ‘sí, en el 2010 jugaron estos cabrones pero no hicieron nada’.

“Eso es lo que no queremos –continuó— Queremos que en un futuro, cuando no estemos ya , por lo menos digan: ‘se logró esto’. No queremos estar de paso.”

Villa recordó que desde su llegada al club cementero se estuvo muy cerca, en dos ocasiones, de conseguir un título, y como no se logró, entonces como que parece que los fantasmas cada vez pesan más. Esa es la sensación que daría. Pero si nos quedamos con eso, vamos a estar siempre así. Entonces, hay que cambiar la mentalidad un poco. Por eso hablaba de dejar de pensar un poco en eso y pensar realmente en lo que viene, en lo que se está jugando.

En general, estima que el equipo marcha bien hasta ahora, pero lo deben ratificar semana a semana. Y nunca vas a poder ratificar si no te basas en los resultados. Entonces, va a ser importante seguir por el buen camino, dijo, puntualizando que deben hacerlo tanto en el torneo local como en la Liga de Campeones de la Concacaf.

Va ser importante seguir con el buen paso en ambas competiciones. Porque en cuanto a la Liga está todo muy apretado (su grupo) y uno no se puede dar el lujo de perder puntos. Y el grupo de Concacaf ya lo hemos visto también, para mí es de los más complicados, y también vamos a tener que echarle todas las ganas.

En la conferencia de prensa de ayer en las instalaciones de La Noria, el delantero explicó que cuando dejan de tener la posesión del balón, empiezan a darle vida a los rivales, y por eso se les han complicado algunos partidos. Confesó que los cementeros no saben defenderse de otra manera, que no sea con la pelota. Es nuestra mejor defensa, tener el balón.