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Los trabajadores decidieron retornar al grupo de Gómez Urrutia

Grupo México echó a 900 obreros que se desafiliaron del sindicato blanco
 
Periódico La Jornada
Miércoles 1º de septiembre de 2010, p. 18

Con apoyo de más de mil elementos de las policías federal y estatal, de manera arbitraria e ilegal Grupo México inició ayer el despido masivo de los trabajadores que laboran en su planta de fundición de Esqueda, Sonora, debido a que estos mineros decidieron en asamblea abandonar el sindicato blanco que comanda Elías Morales, en Monterrey, el cual les fue impuesto hace tres años, y regresar a la agrupación que encabeza Napoleón Gómez Urrutia.

El Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros reportó ayer que casi hay un estado de sitio en ese centro de trabajo y denunció que en esta acción policiaca e ilegal de nueva cuenta el gobierno federal y el estatal están apoyando al consorcio perteneciente a Germán Larrea.

Según aseguró, más de mil elementos armados penetraron ayer a la fundidora y cercaron las inmediaciones, con evidentes amenazas represivas contra los 900 trabajadores de Esqueda, ya que éstos decidieron por unanimidad, en asamblea general del viernes 20 de agosto, reintegrarse a plenitud con Napoleón Gómez Urrutia.

Los dirigentes de la sección 207 de Esqueda se trasladaron a la sede del sindicato en la ciudad de México, para refrendar el acuerdo unánime de la referida asamblea, con el fin de reafiliarse al organismo nacional. Son Roheri Sánchez Cruz, secretario general; Juan Carlos Hernández Sánchez, secretario de previsión social, y Conrado Varela Gallegos, secretario de organización y propaganda.

Los trabajadores sostuvieron una reunión en el Distrito Federal con miembros de comité ejecutivo de este sindicato, como Javier Zúñiga García, secretario de trabajo; Jesús Cibrián, vocal del consejo general de vigilancia, y Luis Sánchez Zúñiga, secretario de organización, en representación de Gómez Urrutia, quien sigue el desarrollo de esta nueva agresión y la defensa que hacen los trabajadores de su derecho a la libertad de asociación sindical.

En esta reunión se puso de manifiesto la nueva violación a la Ley Federal del Trabajo y al Convenio 87 de la OIT sobre libertad sindical, firmado y ratificado por el gobierno de México. Los obreros de Esqueda responsabilizaron de cualquier agresión por elegir su sindicato a los gobiernos de Felipe Calderón y de Guillermo Padrés Elías, de Sonora, así como a Grupo México de Larrea.

Este sindicato afirmó que Roheri Sánchez Cruz, líder de la sección 207, expuso que bajo el sindicato blanco de Elías Morales, a quien apodan El Sope, todas las objeciones y demandas de los trabajadores eran ignoradas, como el reparto de utilidades que se les ha negado desde 2006; además de que les fue negado el conocimiento de los términos de su contrato colectivo de trabajo, que fue firmado a sus espaldas; además de que había amenazas de despido a quien se oponía a la empresa.

Decidimos retornar con el compañero Gómez Urrutia, porque ésta es una organización seria, de mucha responsabilidad y que les cumple a los trabajadores, declarararon Sánchez Cruz, así como Hernández Sánchez y Varela Gallegos. Señalaron estar en contra de que Grupo México y las autoridades laborales decidan por ellos a cuál sindicato deben pertenecer.

Sostuvieron que los amedrentaron con las fuerzas federales y estatales, cuando no han cometido ningún delito. Están por la negociación y el diálogo con la empresa, pero quieren respeto a su decisión, y añadieron un ya basta que nos quieran tratar como esclavos. Negaron las afirmaciones de Grupo México, de que integrantes del sindicato de Gómez Urrutia habían ocupado la fundidora y que la policía acudió a proteger la sede.