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La Cuerda Floja emplea varias disciplinas para abordar el mito, el estereotipo, el rechazo

Aparte de olla y escoba, brujas y amas de casa comparten una relación histórica

Hoy y mañana, últimas presentaciones en el Centro Cultural Universitario; entrada gratuita

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La coreografía multidisciplinaria, que dirige Itzia Nieves, es también una crítica al trabajo doméstico en la figura del ama de casaFoto Roberto García Ortiz
 
Periódico La Jornada
Viernes 27 de agosto de 2010, p. 4

Una reivindicación de la bruja, en su concepto europeo, medieval y estereotipado, con todo y su escoba y el peso del rechazo social por su presunta maldad, así como su vinculación con la mujer y una especie de crítica al trabajo doméstico en la figura del ama de casa, es lo que explora la nueva coreografía de la Compañía de Danza La Cuerda Floja, dirigida por Itzia Nieves.

La puesta se llama sencillamente Brujas, y se anuncia como espectáculo interdisciplinario de danza, teatro, multimedia y música en vivo y grabada, el cual comenzó presentaciones el miércoles 25 hasta mañana sábado, de manera gratuita, a las 19 horas, en el Salón de Danza del Centro Cultural Universitario.

Mediante dichas disciplinas, se asegura en un texto, se muestra la relación histórica de las brujas y la mujer ama de casa, la mujer atrapada en una sociedad, la discriminación, el rechazo, el estereotipo, las costumbres, las leyendas, los mitos y los comportamientos.

Durante el anuncio de prensa y la presentación de algunos fragmentos, Nieves afirmó: Para nosotras, bruja significa mujer poderosa y sabia, que mantiene y sigue una relación orgánica con su naturaleza como mujer, que es algo espontáneo. No estudiamos todo ese poder que tiene el cuerpo femenino, tanto así que gestamos vida, creamos, vivimos y nos manejamos bajo distintos parámetros.

Barrer y cocinar

Explicó que la obra surgió como resultado de una investigación acerca de los comportamientos femeninos, además de la comparación de una mujer ama de casa y una bruja, como la conocemos, estereotipada.

La primera pregunta que se hicieron Nieves y las bailarinas y actrices con las que durante cuatro meses desarrolló este proyecto, fue: ¿Por qué las brujas tienen los mismos elementos que una ama de casa, como una escoba de barrer y una olla para cocinar?

En la indagación, Nieves y su equipo recorrieron los caminos de la historia, el mito, la fantasía, las leyendas, la literatura y hasta lo que ellas mismas se inventaron a partir de su inmersión en el tema. “Después leímos estudios acerca del comportamiento femenino; primero, adentrándonos en nosotras mismas y conociéndonos más unas a otras.

Tratábamos de responder a preguntas como: ¿por qué soy así y me comporto y siento así?, ¿por qué mis cinco sentidos funcionan de tal manera, diferente a los del hombre?, lo cual no quiere decir que sean mejores o peores, sino simplemente diferentes. Y también, ¿por qué mi organismo y mis movimientos son así? Entonces nos adentramos tanto en cuerpo y mente como en sueños y deseos.

No es la primera vez que la coreógrafa aborda temas femeninos, pues antes ha montado obras como Mujeres sobre el tendedero, De viento y arena y Mujeres en vilo.

La actriz Lourdes Mendoza comentó que también se adentraron en el problema general de la mujer, no sólo en México, y abundó: Todavía cargamos con situaciones en las que no sólo se margina a la mujer, sino que se le toma como si fuera el elemento sobre el que hay que descargar violencia y humillaciones. Muchas veces la mujer se toma como botín de guerra. El espectáculo trata de integrar todo ese mundo femenino, desde el amor, la política, la mafia y todas las situaciones en las que se muestra en su calidad de género.

Diana Sánchez destacó que la obra les exigió mucho como intérpretes, pues tienen que bailar, cantar, actuar y hasta hacer música. También fue una oportunidad para indagar en nuestro interior y descubrir muchas cosas como personas, de las vidas de cada una, lo cual también se virtió en el trabajo para enriquecerlo.

En Brujas también participan Patricia Hernández, Pabla Ceballos, Karina Terán y María Alatorre, quienes toman sus escobas convirtiéndose en amigas, cocineras, soñadoras, creadoras y amantes en cada uno de sus movimientos.