Política
Ver día anteriorSábado 21 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Comida chatarra en escuelas

Apremia a sacar de cooperativas los productos dañinos

Ante la claudicación federal, ONG pide a Ebrard marcar la diferencia
 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de agosto de 2010, p. 3

El movimiento Consumidores exigió al jefe de Gobierno del Distrito Federal (GDF), Marcelo Ebrard, marcar la diferencia y sacar la comida chatarra de las escuelas de la capital, sobre todo por la claudicación de los titulares de las secretarías de Educación Pública (SEP) y Salud (Ssa), Alonso Lujambio y José Ángel Córdova Villalobos.

Estamos convencidos de que un gobierno de izquierda bajo ningún argumento puede hacerse de la vista gorda. En común acuerdo con los miles de padres de familia y maestros se puede evitar que las cooperativas escolares queden bajo el dominio de los productos dañinos, indicó el movimiento, que aglutina las organizaciones El Poder del Consumidor, Oxfam-México y El Barzón.

Acusó a Lujambio y Córdova de faltar a su palabra para retirar la comida chatarra de la escuela y de obedecer a los intereses de las grandes empresas de la industria de alimentos, junto con el secretario de Economía, Bruno Ferrari.

A nombre del frente Consumidores, Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón, expuso en un comunicado que el gobierno capitalino cuenta con gran cantidad de instrumentos legales para sacar la comida chatarra de las escuelas.

Consumidores demanda también al secretario de Educación del GDF, Mario Delgado, retirar la totalidad de puestos ambulantes afuera de las escuelas porque venden comida chatarra, contrarrestar las grandes campañas publicitarias de las grandes empresas y poner a disposición de los niños productos saludables.

Lo que necesitamos es que Mario Delgado se decida a enfrentar a los grandes empresarios, a los que no les importa la salud de los niños y que, además, son responsables de la enorme crisis presupuestaria que enfrentan los servicios de salud en el Distrito Federal, por los altos costos e inversiones que requieren las enfermedades derivadas de la epidemia de obesidad.