Opinión
Ver día anteriorViernes 20 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Gabinetazo: cuentos que no son cuentos

Cordero y la técnica Fidel Velázquez

¡Sorpresa!: más impuestos en 2011

M

uy contento estaba el siempre sonriente delfín disfrazado de Cordero anuncie que te anuncie la reducción de impuestos en 2011 como parte de las propuestas incluidas en el próximo paquete económico, cuando ¡zas!, alguien de su confianza le dijo al oído: “¡detente!, Ernesto, no seas güey, que en este mismo momento el inquilino de Los Pinos –su jefe y promotor– exige exactamente lo contrario, con el pretexto de seguir alimentando ese barril sin fondo en el que se ha convertido la goliza al crimen organizado, según le llama”. Entonces, el secretario de Hacienda reculó, y dijo que nunca dijo lo que dijo, como ya es costumbre cada que al gabinetazo calderonista se le hace bolas el engrudo, es decir, cotidianamente.

Faltan poco más de dos semanas para que venza el plazo legal, y el ambiente se calienta: a más tardar el próximo 8 de septiembre el inquilino de Los Pinos debe presentar al Congreso su propuesta económica 2011 (incluye Ley de Ingresos, Presupuesto de Egresos, Criterios Generales de Política Económica, miscelánea fiscal y otras menudencias), por medio de la cual los mexicanos se enterarán de qué manera piensa el gobierno calderonista, con la ayuda de los legisladores, exprimirlos aún más, qué otras promesas incumplirá y qué nuevos impuestos les cobrará el próximo año.

Al filo de las 10 horas de ayer el eficiente funcionario egresado de la Universidad Cantinflas, que despacha en la oficina principal de la Secretaría de Hacienda dio cátedra sobre el paquete económico 2011 que el gobierno federal enviará al Congreso (se respeta sintaxis): técnicamente contiene todo y todo está en consideración, todo está en la mesa técnicamente y habrá que ver las condiciones políticas y a ver qué paquete económico puede dejar una mayoría y en eso estamos, y que además entre lo considerado está bajar impuestos.

Poco antes de reunirse con los senadores de su partido, Ernesto Cordero fue consultado por los colegas: ¿qué es todo para usted?, a lo que el sabio delfín calderonista respondió “todo, es todo, no; desde bajar impuestos… en fin, hay una serie de posibilidades técnicas que habrá que esperar y habrá que ver qué nos permite generar una mayoría”. Feliz con su declaración, el delfín se dedicó a grillar sabrosamente con los legisladores del PAN que no se come ni da para comer a los mexicanos.

Lo que no registró es que su jefe y promotor, el inquilino de Los Pinos, justo en ese momento chantajeaba a los coordinadores parlamentarios que asistieron a los autodenominados Diálogos por la Seguridad que si no hubiese una reasignación a fondo del gasto (público, vía presupuestal), lo que tendría que hacer el Estado (es decir, el gobierno) es buscar nuevas fuentes de ingreso (léase más impuestos), lo que constituiría (otra) una carga para los contribuyentes (léase los mexicanos de a pie).

En la cabeza de Calderón no hay otra idea que no sea aumentar los impuestos, seguir exprimiendo a los causantes cautivos, reventarle los bolsillos a los de siempre (y exentar a los de siempre) para alimentar al voraz aparato de su guerra contra el crimen organizado, la cual, por lo visto, no tiene para cuándo. Con ese mensaje recibió a los coordinadores parlamentarios de los diferentes partidos representados en el Congreso, mientras su delfín presumía que “todo, es todo, no; desde bajar impuestos…”

Por ello, algún cuate cercano le dijo a Cordero; ¡deteneos!, delfín inexperto y bobalicón, que en este momento el mismísimo preciso tira tremendo rollo chantajista en sentido contrario, es decir, más impuestos para la raza de bronce (porque la dorada se mantendrá exenta), pues hay que mantener aceitado el aparato de guerra y es tal su intensidad que los dineros de la nación no alcanzan, amén de que Calderón, como los aficionados del Atlas, le va a la guerra aunque pierda”. Así, el sonriente novato que despacha en la Secretaría de Hacienda metió reversa y tres horas después dijo que no dijo lo que dijo en la mañana.

A eso de las 13 horas, Ernesto Cordero de nueva cuenta brincó a la palestra para dejar en claro que cualquier decisión que afecte las finanzas de nuestro país sería irresponsable”, como bajar impuestos. En conferencia de prensa y después de reunirse con la bancada del PAN en el Senado, el susodicho precisó que no hay mejor manera de estimular una economía que teniendo finanzas públicas sólidas, eso es lo que al final de cuentas indica si una economía tiene viabilidad a mediano y largo plazos y lo que genera que lleguen inversiones y se generen empleos (El Universal).

Los colegas le recordaron que por la mañana comentó lo de la baja de impuestos y pidieron precisiones: “¿cuáles podrían ser? (los tributos a reducir). El atolondrado secretario de Hacienda a su vez preguntó a los reporteros: perdón, ¿quién comentó que habría impuestos a la baja?, y los reporteros, grabadora en mano, simplemente le respondieron: usted.

Ya con el dato a la mano de lo dicho por el inquilino de Los Pinos a los coordinadores parlamentarios que asistieron a la mencionada reunión, Ernesto Cordero, émulo de Fidel Velázquez, contestó: no, no, no. Hay una confusión; yo nunca dije que había posibilidades de bajar impuestos. Lo que hay que hacer es fortalecer las finanzas públicas, y quiero aclararlo. Lo mejor del caso es que este personaje dice ser el responsable del futuro económico del país.

Y colorín colorado, este cuento, que no es cuento, no ha acabado. Con la brillantez demostrada a lo largo de cuatro años, y los magníficos resultados de saliva ofrecidos, ¿qué se puede esperar del paquete económico para 2011, elaborado por este grupo de improvisados? Entonces, ¡preparaos, mexicanos pagadores!, que el impúdico calderonato va por más.

Las rebanadas del pastel

Siempre dispuesta a sacar dinero de donde sea, la Secretaría de Hacienda tiene un filón enorme en los equipos mexicanos de futbol, en los que la evasión fiscal es inversamente proporcional a la calidad de juego. Allí están los casos del Cruz Azul y del Puebla, pero tampoco los tocan… Y mientras Mexicana de Aviación se va a pique por el chanchullo de sus accionistas, y nadie se anima a echar para atrás la licitación 21 (mucho menos iniciar el prometido juicio político contra Juan Molinar Horcasitas), va una sincera recomendación ¡shalalala! para Aleks Syntek: regresa a Chiquilladas.