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El Museo del Enervante muestra la ostentación y el poder de las armas que usa el narco

Preocupante, la capacidad de fuego del crimen organizado: general Monsiváis

Del primero de diciembre de 2006 al 10 de agosto han muerto 191 soldados en operativos

 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de agosto de 2010, p. 13

La participación del Ejército Mexicano en el combate al narcotráfico durante la presente administración se ha traducido en cifras y hechos preocupantes: del primero de diciembre de 2006 al 10 de agosto pasado han muerto 191 soldados en el cumplimiento de su deber; la capacidad de fuego del crimen organizado sigue aumentando, al grado de que por primera vez en la historia soldados aseguraron el año pasado una mina antipersonal en el estado de Tlaxcala; continúa el decomiso de lanzacohetes, fusiles lanzagranadas, ametralladoras Barret, pistolas conocidas como matapolicías y fusiles hechizos que aumentaron su capacidad destructiva. En cambio, el florecimiento económico de los narcotraficantes es ostensible.

El Museo del Enervante, de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), exhibe pertenencias y armamento decomisados en operativos anticrimen. Entre los objetos de la muestra destacan teléfonos celulares con baño de oro, pistolas y ametralladoras con incrustaciones de piedras preciosas, así como monturas piteadas en plata que dan cuenta del lujo en que viven los capos de la droga.

El comandante del primer batallón de materiales de guerra, general Antonio Monsiváis Pinedo, señaló en entrevista que 90 por ciento de las armas que ingresan en forma ilegal a México provienen de Estados Unidos, y en la mayoría de los casos se sabe que los delincuentes intercambian en ese país armas por droga.

En un recorrido organizado por la Sedena, medios de comunicación nacionales y extranjeros tuvieron acceso a los almacenes generales de materiales de guerra, ubicados en el Campo Militar número uno, donde se almacenan y/o se destruyen las armas decomisadas.

Bajo condiciones de estricto control y seguridad, se destruyen en ese lugar unas 500 armas cortas (pistolas y revólveres) y 500 largas (ametralladoras, fusiles y carabinas) cada día, en promedio.

De acuerdo con estimaciones oficiales, en lo que va del gobierno de Felipe Calderón se han destruido más de 700 mil armas.

El general Monsiváis presentó a los medios algunas armas que por su capacidad de fuego o características destacan del resto. Pistolas doradas con cachas incrustadas de piedras preciosas, ametralladoras doradas –no de oro, aclaró– y carabinas con grabados de la Virgen de Guadalupe, San Judas Tadeo o con las iniciales de sus propietarios.

Además del oropel, el militar mostró armas que preocupan a las autoridades por su capacidad de fuego: lanzagranadas tipo revólver que disparan esos proyectiles como si se tratara de ametralladoras; una pistola fabricada en Israel, tipo Five Seven, conocida como matapolicías porque atraviesa el blindaje de chalecos antibalas; una pistola Águila del desierto, calibre 50 mm, capaz de atravesar blindajes; ametralladoras y subametralladoras que son utilizadas de manera cotidiana por el crimen organizado.

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Objetos decomisados a la delincuencia organizada, en el Museo del Enervante de la Secretaría de la Defensa NacionalFoto José Antonio López

El recorrido incluyó una visita al Museo del Enervante, ubicado en el séptimo piso de las instalaciones de la Sedena.

Ahí se exhibe una silla de montar piteada, con vivos de plata, que perteneció al extinto narcotraficante Ignacio Nacho Coronel, la cual fue decomisada hace meses en una finca de su propiedad llamada El Frijol, que se ubica en Zapopan, Jalisco. También un fusil Warrior 762 mm, decomisado el pasado 16 de julio, con incrustaciones de oro y diamantes, que en la cacha tiene tallados un tigre y un dragón, así como los símbolos del ying yang.

Las armas exhibidas dan cuenta de las creencias de sus ex propietarios: imágenes grabadas de la Virgen de Guadalupe y de San Judas Tadeo. Las hay también con iniciales, como un revólver Colt 38, con cacha dorada, que tiene las iniciales AMC (Amado Carrillo Fuentes).

Hay gruesas cadenas de oro y medallas del tamaño de las viejas monedas de un peso con una letra zeta grabada.

Destaca un teléfono celular Royal Hearts on Fire con cubierta de oro de 24 kilates, decomisado a Daniel Pérez Rojas, El Cachetes, ex militar detenido en Guatemala en 2007.

Este lugar, de acceso restringido, da cuenta de los esfuerzos del Ejército por combatir el tráfico de drogas a partir de 1976, pero también del ingenio para incrementar genéticamente la producción de mariguana y amapola con sembradíos en lugares inhóspitos dotados con tecnología de punta, y muestra laboratorios clandestinos que producen drogas sintéticas.

También muestra el ingenio de los traficantes que usan llantas, cerámicas, tablas y ladrillos con compartimientos, zapatos, botellas, envases y productos que escapan de la imaginación, para transportar drogas.

Al final de la exposición está la mina personal Claymore, hallada en una casa de seguridad de Los Zetas en Apizaco, Tlaxcala, en 2009. El objeto cuadrado, no mayor que un ladrillo, tiene capacidad para destruir lo que esté ubicado en un radio de 250 metros, donde caben unas 100 personas.

Al terminar el recorrido surge una pregunta: ¿hasta dónde llegará la capacidad de fuego, la inventiva y el ingenio de los narcotraficantes?