Opinión
Ver día anteriorMartes 10 de agosto de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Phil Kelly (1950-2010): in memoriam
P

hil llegó a México por primera vez en 1982 y se estableció definitivamente en nuestro país en 1989. Durante su estancia inicial sufrió el devastador efecto del temblor del 19 de octubre de 1985 y probablemente eso lo marcó, pues a lo largo de su trayectoria mexicana no dejó de acudir a la representación de esta complicada, dislocada y sobrepoblada urbe, a la que amó con pasión, sin convertirla en un paraíso pictórico.

Sus modos de hacer a veces recuerdan a Dufy y a otros fauves, otras a Frank Auerbach, quien perteneció por largo tiempo a la denominada School of London y unas más a aquellos de los expresionistas abstractos que no prescindieron radicalmente de la figuración.

Su simpatía, su jovialidad y su hospitalidad, compartida con su esposa Ruth, le acarrearon muchos amigos, siempre deseosos de visitarlo en su no ordenado estudio, repleto de cocina pictórica, aunque también de la culinaria. Phil y su esposa fueron magníficos anfitriones, ambos buenos cocineros y amantes de la música (blues y jazz sobre todo, pero también ópera, sinfónica y música de cámara) Gustaban departir y compartir.

Ciudadano mexicano desde 1999, Phil nació en el norte de Irlanda, pero de familia católica, por eso rindió lores a Dublín, le hizo un homenaje a Parnell (1846-1891), el héroe nacional y representó el Río Liffey, recordando quizá a James Joyce y a Samuel Beckett quienes también decidieron a lo largo de sus trayectorias dejar el país de origen y aposentarse en otros lugares.

A Phil, por supuesto, no le correspondió ser testigo de la Segunda Guerra Mundial, pero sí conoció luchas devastadoras y pérdidas de vidas en combates en los que el IRA (Irish Republican Army), brazo armado del Sinn Fein, bando republicano del nacionalismo irlandés.

Durante los años 80 Irlanda vivió situaciones extremadamente complicadas y a veces devastadoras, Phil rara vez se prestaba a hablar de eso, pero si se le conminaba, accedía.

Vivió la huelga de hambre de 1981 perpetrada por presos políticos del IRA. Hubo muertes, después de 66 días de ayuno. También se dieron escaramuzas, destrucciones y asesinatos por ambos bandos, el unionista y el de Ulster.

No se necesita saber mucho para entender el rechazo de un país dominado por otro, y entonces así sucedía, incluso existió en Irlanda la propuesta de sustituir la lengua inglesa por el galeico (idioma entendible sólo por expertos).

Otras cuestiones pesaban más. El líder Gerry Adams desde 1983 pugnaba por acciones de política electoral y no por las armas, afirmaba que la concurrencia a las urnas no debilitaba la luchas del IRA, pero como suele suceder, los fenómenos masivos son poco susceptibles de paliarse aunque estén de por medio pérdidas de vidas, de patrimonio y de identidad.

A Kelly vaya si le pesaba esto y en cierto modo México, su país de adopción, parecía ajeno a tales vicisitudes si bien históricamente existían analogías. Él no abordó ese tipo de temas, pues la urbe y la naturaleza fueron sus predilectos.

También hizo retratos entre otros el del poeta Seamus Heaney, premio Nobel de Literatura 1995, irlandés del norte. Se conocieron personalmente y se trataron.

Entre otras actividades de grupo, Phil participó en la ya legendaria Toma del Balmori.

En 1997 y a invitación expresa de Fernando Solana Olivares, presentó una exposición individual en el Museo de Arte Moderno: Babel descifrada. Compartía una de las salas grandes con otra pintora europea: Ilse Gradwhol, nacida en Austria.

Desde el ángulo museográfico, la muestra doble resultaba incompatible, así que, ya realizado el montaje, se pospuso la inauguración, se canceló una muestra de acervo y ambos artistas se exhibieron en distintas salas, compartieron, también separadamente, un mismo catálogo.

Según José Manuel Springer, uno de sus críticos seguidores más frecuentes, Phil Kelly experimentaba simpatía por el caos, pero su pintura no es caótica, ni aun cuando representaba escenas del Anillo Periférico. Su pulso siempre fue seguro.