Opinión
Ver día anteriorViernes 16 de julio de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Se desató sentimiento deprimido
E

n el corazón del viejo Madrid se llevó a cabo una verbena para recibir a los héroes del equipo de futbol de España, campeones del mundo en el encuentro efectuado en Johannesburgo. Ese Madrid encantado en que aún parece palpitar con ritmos de los tiempos pasados, y cuyas calles semejan dormir un eterno sueño de leyenda los días de gloria del siglo XVI, gallardo y español, sellado por el fulgurante resplandor de unos ojos color madera de mujer.

Empinadas calles madrileñas llenas de desconocidos ritmos de alegría y pasión en ese cielo intensamente azul y luminoso que hace vivir, hizo vivir, a los madrileños con la mágica maravilla de su luz y color como contexto de la recepción a unos futbolistas que iluminaron las pantallas televisivas del mundo, con la llamada furia roja, símbolo de la pasión de un pueblo que jugó a ganar o perder, pero después de prepararse intensamente para este encuentro.

¡Embrujado encanto el del viejo Madrid!, que dejó aprisionados a los futbolistas en los pliegues de los tiempos pasados de gloria, que hacen surgir de la noche contornos fantasmales de estas calles que los tiempos y las fantasías fueron envolviendo en hechizados ropajes de consejas de encanto y tradición.

En la quietud bruja de la noche, cuando la luz de las bombillas ilumina estos rincones con claridad de poesía y misterio, adquirieron las calles un encanto especial cuando el todo Madrid salió a cantar, vitorear, aplaudir y vivir romances a tono con la grandeza de una España en viaje regresivo provocado por la multitud a una época de grandeza del siglo XVI.

Ante el mágico rechazo de estas horas de leyenda triunfalista y evocación, España pareció despojarse de los lazos que la sujetaban a la vida moderna y en su lugar cree ajustarse a las características de épocas pasadas y van naciendo a la luz de la fantasía, escenas de encanto y poesía, mientras un viejo reloj va lanzando sus campanadas lentas, graves, sonoras que hablan al espíritu de misterio.

El tiempo fue tejiendo la historia de estas calles de Madrid (la calle de Goya) a la que se agrega la verbena de esta semana en honor de sus futbolistas (modernos héroes). El tiempo se detuvo y todo yace dormido, silenciosamente, bajo el poder de la tradición.

La magia de los siglos vive en sus museos, edificios, bares, restaurantes, hoteles. El alma de los tiempos pasados renació en todo su esplendor y poesía en estas viejas calles madrileñas. Total el triunfo de un sentimiento nacionalista reprimido más allá de ideologías, disputas entre las comunidades, banderas, partidos, conseguidas por un equipo de futbol que resulto mago de la política. La furia roja.