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Algunos autores ya comenzaron a escribir en formato electrónico

La revolución digital gana terreno a los libros de papel en la actual selva editorial

Crear bibliotecas personalizadas y virtuales entre las propuestas más recientes

 
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de julio de 2010, p. 6

París, 13 de julio. La revolución digital ha modificado la edición, la creación y las relaciones entre escritores y lectores con internautas que cuelgan manuscritos en la web, ficciones concebidas para formatos electrónicos, asesoramiento literario en línea, e-books y tabletas digitales de lectura.

Aunque el papel no ha muerto, la escritura enfrenta su primera gran mutación desde la invención de la imprenta.

Algunos autores han comenzado a escribir para formatos electrónicos. El estadunidense Matt Stewart publicó hace un año una primera novela escrita en miniblogs en el sitio de socialización Twitter.

El francés Alexandre Jardin ofrecerá durante varios meses, a partir de octubre, un relato creado para ese formato. Se trata de una aventura sin precedente para el escritor y sus lectores.

El autor estadunidense de novelas policiales James Patterson acaba de franquear el tope del millón de libros digitales vendidos (1.14 millones), según su editor, Hachette Book Group, filial de Hachette Livre (Legardéte).

En Navidad, Amazon, que comercializa el formato de libros electrónicos Kindle, vendió más obras digitalizadas que en papel.

Acaba de surgir una nueva moda: publicitar un libro colocando la mención Ya disponible en Ipad. Varias novedades del otoño en Francia aparecerán en los dos formatos.

Martine Lemalet, directora general de la editorial Le Manuscrit, lanzó hace 10 años la difusión electrónica de textos, acompañada por un servicio editorial a pedido disponible en el mundo entero.

Gracias a nuestra total flexilibidad de edición, nuestros títulos siempre están disponibles en un doble formato: libro impreso y fichero digital, declaró Lemalet. “Le Manuscrit (www.manuscrit.com) favorece así el desarrollo de una nueva economía editorial”, insiste esta pionera.

Publicar en versión digital no es una declaración de guerra a las librerías, sino una señal hacia nuevos lectores, explicó David d’Equainville, uno de los fundadores de la joven editorial Anabet.

En septiembre próximo, una primera novela, Le petite fille de devant, de Faustine Ondry, estará por primera vez disponible desde su salida en versión digital al precio de un libro de bolsillo, y también en papel, señaló.

Además, se desarrolla la edición participativa, que consiste en editar en forma conjunta apostando algunos euros a un manuscrito colgado en línea.

Editions du Public.com (www.editionsdupublic.com) creada el pasado marzo por seis fanáticos de la lectura, propone a los intenautas invertir 11 euros. Si el libro reúne 22 mil euros es editado. En caso contrario, el internauta es rembolsado. Si la novela es un éxito, el coeditor puede ganar hasta ocho veces su apuesta.

My Major Company propone en el sitio www.mymajorcompanybooks.com lanzar un escritor por 10 euros. Este otoño publicará, en alianza con el editor XO, tres novelas que llegaron a 20 mil euros. Los internautas accionistas compartirán 25 por ciento de los ingresos netos generados por las ventas.

Otro recién llegado, el asesor literario en línea MyBoox, editado por Hachette Libros, quiere ayudar al intenauta a orientarse en la selva editorial creando juntos una biblioteca personalizada.

Editores y librerías lanzan plataformas para libros digitales. Por otra parte, Apple, Amazon y Sony, a los que se sumará Google, proponen bibliotecas virtuales.