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Escrito por el cura Don Giuseppe Spedicato, incluye canciones de Giuni Russo

Musical sobre Juan Pablo II busca redimir a la Iglesia del escándalo

El espectáculo Non Abbiate Paura toma su nombre de la arenga No tengan miedo que ese papa usaba a menudo, e intenta resumir en dos horas los 84 años de la vida de Wojtyla

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La obra se presenta en la ciudad de Lecce durante este mes y regresará a Roma en otoño, donde hará una temporada. La imagen, el Palacio de Gobierno del Vaticano aparece reflejado en una tuba, en la ceremonia de apertura de una fuente dedicada a Benedicto XVIFoto Reuters
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 6 de julio de 2010, p. a11

Milán, 5 de julio. Mamma mia cumplió con creces su misión de revivir la fama de Abba en todo el mundo. Ahora la Iglesia católica espera que una nueva biografía de Juan Pablo II, llena de canciones y bailes, haga lo mismo por el extinto papa y su grey.

La fama póstuma del pontífice polaco parece estar en una encrucijada. Mientras el Vaticano despeja el camino hacia su beatificación, han surgido serias dudas en torno a la responsabilidad de Juan Pablo en el escándalo de pederastia que ha estallado en Europa este año.

Cada vez afloran más casos de mala conducta ocurridos bajo el papado anterior, en los que sacerdotes abusivos fueron trasladados a diferentes diócesis en vez de ser confrontados por sus acciones. Sin embargo, los partidarios de Wojtyla no dudan de su santidad, y creen que celebrar su legado puede revertir la suerte de la Iglesia… con ayuda de algunas buenas tonadas.

El espectáculo, titulado Non Abbiate Paura, toma su nombre de la arenga No tengan miedo que Juan Pablo usaba a menudo durante su papado, e intenta resumir los 84 años de su vida en dos horas. Según Don Giuseppe Spedicato, el cura que escribió el guión, el musical “se enfocará en el papa más amado de tiempos recientes… será un recordatorio de todo lo bueno que tiene la Iglesia”.

No todo será música de órgano y coros de niños. Para atraer a las multitudes hay canciones de Giuni Russo, cantante favorita del público italiano, fallecida en 2004. A Juan Pablo le gustaban las tonadas religiosas que ella compuso en sus últimos años, aunque no aprobaba su ambigüedad sexual.

También hay otros toques populistas, como música de rap y coreografías al estilo Fama, todo lo cual llevó al crítico de teatro del diario italiano de negocios Il Sole 24 Ore a declarar que el musical es puro pop. Tal vez sea un tributo apropiado a quien se apodaba con frecuencia el papa estrella del rock, cuya muerte, ocurrida en 2005, atrajo 3 millones de dolientes a Roma.

Don Spedicato no toma a mal ese sobrenombre. Juan Pablo II amaba a los jóvenes y conectaba con ellos. Siempre fue aficionado a la música, y pensé que la música haría que la obra fuera más incluyente. Sin embargo, añade, las canciones y bailes llevan un mensaje serio. “Hoy muchos vivimos con miedo: de los demás, del fracaso, del terrorismo. Por eso el mensaje de Juan Pablo –‘no tengo miedo’– es tan importante.”

Evita opiniones conservadoras

El musical recorre la vida de Karol Wojtyla desde su infancia en Polonia, donde experimentó la ocupación nazi y luego la dictadura comunista, seguida por su entrada a la Iglesia luego de un breve coqueteo con la actuación, en una trayectoria que culminó con el humo blanco que anunció su ascenso al papado en 1978. Desde luego, ensalza las posturas de Juan Pablo contra la guerra y el totalitarismo, evitando cualquier mención de sus opiniones, conservadoras en extremo, sobre el aborto y la homosexualidad.

Los críticos de arte se han centrado en la escena en que el papa se reúne con su presunto asesino, Mehmet Ali Agca, quien le disparó en 1981. Durante la visita a la prisión, hay un duelo teológico en el que Juan Pablo confronta el mensaje nihilista de Agca, Dios ha muerto, con la frase Dios ha renacido.

Luego de las funciones para la prensa en Roma, la obra viaja a la ciudad sureña de Lecce este mes y regresará a la capital en otoño, donde hará una temporada.

Su director, Gianluca Ferrato, se muestra confiado en las perspectivas de la comedia en taquilla, y no sólo entre los fieles. “Es una obra para el público en general –afirma–. Para hombres, mujeres, negros, blancos: para todos. Su mensaje es universal.”

Observadores del Vaticano, entre ellos Sandro Magíster, de L’Espresso, expresan dudas de que la obra repare el daño sufrido por la reputación del finado papa a raíz del escándalo global de pederastia. Pero Don Spedicato se muestra desafiante. Si escribiera la obra hoy, luego de los sucesos de este año, no cambiaría nada, sostiene.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya