Economía
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En México viven en esa condición 47 millones de personas

Pobreza, el mayor problema estructural del país: ITESM

Magro avance del sistema agrario y ganadero en tres décadas

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Las personas que viven en condiciones de extrema pobreza en México suman más de 23 millones de personas, lo que supera a las poblaciones de Australia, Siria y Rumania, entre otrasFoto José Carlo González
 
Periódico La Jornada
Lunes 5 de julio de 2010, p. 29

La pobreza representa el verdadero problema estructural del país, pero sobre ese tema no se ha propuesto ninguna reforma. De hecho el debate es escaso, fundamentalmente porque los grupos políticos están concentrados en tomar posiciones para las elecciones intermedias de cara al 2012, señala un estudio del Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM).

De acuerdo con el análisis, si las 47 millones de personas pobres que hay en México formaran un país, éste se ubicaría en el lugar número 27 a escala mundial por tamaño de población y tendría más habitantes que España, Ucrania, Colombia, Tanzania o Argentina.

Agrega que de esos 47 millones 23 sobreviven en condiciones de extrema pobreza lo que supera la población de Taiwan, Australia, Siria, Rumania, Mozambique, Chile, Camerún, Holanda o Nigeria.

José Luis de la Cruz, autor del estudio y director del CIEN, señala que en gran medida el problema obedece a que en tres décadas el sistema agrario y ganadero mexicano no ha logrado avanzar de manera significativa en términos de producción alimentaria, lo que ha derivado en desabasto para gran parte de la población.

De acuerdo con estadísticas oficiales, en 2008 la producción de maíz fue de 23.5 millones de toneladas, lo que dividido entre los 106.7 millones de habitantes que había en el país en ese lapso implicó que en promedio se tuvieran 220.4 kilos de maíz por persona para todo el año.

Si esos 220.4 kilos se dividen entre 365, se puede deducir que cada mexicano tuvo 604 gramos de maíz para alimentarse diariamente.

No obstante, indicó que en 1980 la cifra per cápita fue de 489 gramos, lo que significa que en casi 30 años la producción nacional de maíz para consumo humano se incrementó en 115 gramos.

Con base en este método, De la Cruz señaló que en el caso de la papa la producción per cápita diaria en 1980 era de 42 gramos, mientras en 2008 fue de 45; el jitomate pasó de 52 a 62 gramos; el trigo de 110 a 90 gramos; mientras la cebolla pasó de 15 a 36 gramos en casi 30 años.

Añadió que en el caso del huevo en 2008 se produjeron 60 gramos por día (algo así como un huevo de tamaño inferior al promedio) para cada mexicano, mientras en el caso de la carne de pollo la cifra fue de 66 gramos por día.

Éste es el verdadero problema que lacera el tejido social del país, el desequilibro social y económico real, frente al cual no se ha propuesto ninguna reforma estructural, aseguró el director del CIEN.

Precisó que además el análisis se elaboró bajo el supuesto de que toda la producción llega al consumidor, es decir que no hay desperdicio, exportación o alguna etapa en la distribución que impida el arribo hacia la población mexicana y que dichos productos no se utilizan para otro fin que no sea el consumo humano.

Destacó que las cifras ofrecidas representan un promedio, mientras en la realidad algunos mexicanos consumen más que otros porque no todos tienen el mismo acceso por encontrarse cercanos a las fuentes de producción o debido a que cuentan con diferente poder adquisitivo.

Si bien tal situación se podría enfrentar mediante la importación de alimentos, añadió, ello no resuelve el problema, debido a que el ingreso es tan bajo que impide a los más pobres adquirir los productos.

De no existir iniciativas que atiendan eficientemente este problema, difícilmente se podrá pensar que se resuelven las necesidades de los mexicanos más mar- ginados, de aquellos que verdaderamente necesitan lo básico: comer. De no existir la sensibilidad suficiente en las esferas del poder en México, seguirá existiendo un país con hambre, concluyó.