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El acervo y las nuevas tecnologías, líneas de trabajo, dice Paula Astorga, nueva directora del recinto

La Cineteca tiene que apostar por lenguajes más arriesgados

Tiene cercanía con el cine que se llamaba de arte y ensayo, pero se puede profundizar más, afirma

En El Observatorio se programarán cintas muy largas todos los sábados

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Paula Astorga en su primer día en funcionesFoto Saúl Reséndiz
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de junio de 2010, p. a15

Paula Astorga se ha caracterizado por una incansable y entusiasta promoción del cine en México. Fundó y dirigió el Festival Internacional de Cine Contemporáneo de la Ciudad de México (Ficco), montó la asociación civil Circo 12.2, dedicada al séptimo arte, impulsó cineclubes y la Sociedad de Cine de Tlatelolco y, hace apenas un mes, lanzó la primera edición de un nuevo proyecto, Distrital, semana de cine mexicano y otros mundos. Por eso, muchos tomaron como un paso natural en su trayectoria su designación como directora general de la Cineteca Nacional. Lo que hacía de modo independiente ahora lo hará desde un espacio gubernamental.

En su primer día en funciones, que coincidió con su cumpleaños 38, Astorga conversó con La Jornada acerca del papel de la Cineteca (www.cinetecanacional.net) y futuros proyectos que planea llevar a cabo en el organismo gubernamental federal encargado de rescatar, clasificar, conservar, restaurar, preservar y difundir la obra cinematográfica más destacada de México y el mundo.

Para Astorga, el nuevo cargo representa una gran oportunidad y una gran responsabilidad. Buscará mantener un equilibrio entre la difusión del cine nacional e internacional de calidad, así como de lo contemporáneo y lo histórico. Respecto a esto último, dijo: Tenemos que llevar un pie adelante en términos de la construcción de la memoria cinematográfica nacional.

Egresada del CCC

Astorga, egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica (CCC), se plantea tres líneas de trabajo que tienen que ver con el acervo, la programación y nuevas tecnologías. Respecto al primer punto, dijo: La Cineteca tiene un acervo muy importante (poco más de 14 mil películas, nacionales e internacionales). En toda la parte histórica, de relación y construcción con el cine mexicano como parte de la memoria, hay un reto importante. Hay que volver a mirar qué hay, volver a darle visibilidad. Es muy importante construir proyectos que puedan caminar hacia esa parte de la memoria y del valor cultural de nuestro cine dentro de nuestra sociedad.

Por otro lado, la programación tiene que ver con esta idea del acervo y con una idea de vanguardia. La Cineteca tiene que ser un lugar que apueste por lenguajes más arriesgados, que apueste por nuevas cinematografías, que explore todo el panorama audiovisual en el mundo.

La Cineteca tiene proyectos espectaculares, como el Foro y la Muestra. Tiene una cercanía con el cine que se llamaba de arte y ensayo, pero todavía se puede profundizar más, siguió. Tiene que ser un lugar donde si no lo ves ahí o si no es quien primero lo descubre, no hace su trabajo.

En cuanto al rubro de las nuevas tecnologías, explicó: Hay un montón de cineastas que exploran en video. La video instalación, las artes en general, en esta concepción multidisciplinaria, es una pieza fundamental. Creo que en México no se atiende (este aspecto), tanto en la difusión como en la formación. Propone que hablar de tecnología y abrir espacios para los nuevos formatos, para los cineastas que hacen videoinstalación, para los cineastas que están rompiendo la pantalla a partir de las nuevas herramientas, abriría un espacio muy importante de reflexión. Puede ser muy inspirador para los nuevos creadores; creo que vale aproximar al público a eso.

El público es, al fin y al cabo, la columna vertebral de estas posibles líneas de trabajo.

Este martes, día de la conversación, es su primer día en funciones oficialmente (el lunes firmó el contrato laboral), y ya tiene un proyecto que se echará a andar: “En la pequeña sala 7 vamos a instaurar El Observatorio, todos los sábados a partir de agosto. Vamos a proyectar películas de muy larga duración. Arrancamos con El Capital (2008), de Alexander Kluge, que dura nueve horas”.

El Observatorio, que cambiará de programación cada cuatro sábados, respetará los formatos originales de duración, con la idea de empezar a construir una reflexión del tiempo y el cine.

Magnífica fuente de información

Astorga destacó que se llevó una gratísima sorpresa con el Centro de Documentación e Información: Hay un impresionante acervo de revistas de cine, hay una increíble cantidad de fólders (con información de) películas y directores y en términos cinematográficos, hay una importante videoteca. Por tanto, uno de los proyectos iniciales será el de comunicación y de difusión del centro de documentación. Hay materiales fantásticos (y) no tiene tantos visitantes como podría. Es magnífica fuente de información (con) fichas, actores, reflexiones, teoría, visiones de lo hollywoodense, historia del cine mexicano. Está ordenadísimo, es para todo el público y creo que la gente no está muy al tanto de todo lo que puede encontrar ahí. Es una cosa magnífica.

Astorga se separa de los proyectos en los cuales participaba hasta hace unos días: Circo 2.12, la asociación civil de la que fui parte, con la que empezamos el proyecto (la Sociedad del Cine Tlatelolco), se queda a cargo de Arvin Avilés, socio del proyecto desde que se fundó en 2000. Distrital va a tener un nuevo director y también los otros cineclubes, como Sprockets en el MUAC y el Cineclub Revolución en el Museo de Arte Carrillo Gil, que se van a seguir coordinando desde Circo 2.12, de la que ya no soy parte.