Sociedad y Justicia
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Carece de valor pedagógico y se pueden reforzar estereotipos de falso nacionalismo, señalan

Critican expertos aval de la SEP para ver el Mundial en escuelas

Se incumple con los 200 días de clases establecidos

Sinfín de interrupciones en la enseñanza

 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de junio de 2010, p. 40

La Secretaría de Educación Pública (SEP) no sólo incumple con los 200 días de clases obligatorios del ciclo escolar al imponer actividades no pedagógicas durante el horario de clases; también inventa puentes o días festivos que interrumpen la planeación curricular y reducen los tiempos de enseñanza, alertaron especialistas en el tema.

A ello se suma que maestros de educación básica denunciaron que en primarias y secundarias de todo el país, el cuerpo directivo ha dado instrucciones para que se entreguen las calificaciones finales a más tardar este 15 de junio, tres semanas antes de la clausura oficial de cursos.

Claudia Santizo, profesora-investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y miembro del Consejo Mexicano de Investigación Educativa, destacó que fue la SEP la que estableció la obligatoriedad de cumplir con un calendario de 200 días hábiles, pero en la práctica cotidiana difícilmente se cumple con este requisito.

Esto se debe, apuntó, a que no fueron contempladas actividades de planeación y evaluación pedagógica como los consejos técnicos, que se realizan el último viernes de cada mes, cuando se supone que es un día hábil para el trabajo docente frente a grupo. Tampoco se dejó espacio para actividades de organización administrativa y sindical, pero lo más grave es que se convoca a puentes inexistentes o a suspensión de actividades en días considerados activos para el trabajo con los alumnos.

Alicia Rivera Morales, catedrática de la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), experta en formación y gestión educativa, afirmó que en muchas secundarias, prácticamente el último mes del ciclo escolar se destina a otras actividades no curriculares, como semanas culturales, deportivas o visitas a museos, porque los alumnos saben que ya se entregó su calificación y pierden todo interés.

La situación se agrava, señaló, ante la decisión de la SEP de impulsar que millones de alumnos acudan en estos días a la escuela a ver la transmisión por televisión del partido inaugural del Mundial de futbol, donde participa la selección nacional.

Esta situación nos debería llevar a una profunda reflexión. Es grave que se convoque a millones de niños a ver un partido de futbol sin valorar el impacto pedagógico. No hemos considerado si con estas acciones estamos reforzando estereotipos de consumismo o de un falso nacionalismo, indicó.

Por su parte, Francisco Bravo, secretario general disidente de la sección 9 del Distrito Federal, que agrupa a más de 50 mil docentes de primaria, indicó que hay una creciente presión de autoridades educativas, tanto directores, como jefes de sector e inspectores para que los maestros entreguen anticipadamente las calificaciones finales, con el argumento de que los procesos administrativos son muy lentos.

Es una práctica, agregó, que se ha reforzado con los años, y que en los hechos violenta el cumplimiento de los 200 días obligatorios que marca el calendario escolar, pero es la misma práctica escolar la que fomenta estos vicios, que son tolerados y en muchos casos alentados por las propias autoridades.

Botanas y aguas frescas

A los pocos días efectivos de clases en el último bimestre del año escolar, alertó, ahora se agrega la solicitud de la SEP para que convoquemos a nuestros alumnos alrededor de un televisor durante el horario de clases para ver un juego de futbol, lo que contradice los propios lineamientos que establece la dependencia.

José González Figueroa, líder histórico de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y profesor de telesecundaria, destacó que este viernes se sumará un festejo más a la larga lista que impone la SEP a costa de los recursos de los padres de familia, a quienes ya se les solicitó cooperar trayendo televisores, botanas y aguas frescas, pues se dejará al entusiasmo futbolero del cuerpo directivo la organización de un acto que no tiene ningún valor pedagógico.