En el trayecto a Sudáfrica, el presidente Felipe Calderón se declaró profundamente indignado por la muerte de dos connacionales a manos de la Patrulla Fronteriza, y exigió al gobierno de Estados Unidos una investigación profunda.

Antes de arribar a Johannesburgo para asistir a la inauguración del Mundial de Futbol, expresó su consternación por esos decesos, a los que sólo se había referido en boletines, y demandó protocolos confiables en la aplicación de la ley en el vecino país para evitar esas muertes inadmisibles.

En un documento difundido ayer por la Presidencia, exige al gobierno de Estados Unidos una investigación profunda, imparcial, objetiva, que concluya con el esclarecimiento de los hechos y el castigo a los culpables.

Los Pinos indicó que en una escala en Costa de Marfil Calderón aseguró que está consternado por el fallecimiento de Anastasio Hernández Rojas después de haber recibido múltiples golpes y descargas eléctricas por dichos elementos en la frontera, entre Tijuana y San Diego.

El segundo caso nos agravia especialmente porque se trata de un menor de edad: Sergio Adrián Hernández, quien además fue ultimado con disparos de arma de fuego en nuestro propio territorio mexicano, en Ciudad Juárez.

Manifestó preocupación por el reciente surgimiento de violencia contra mexicanos que, además, se asocia con el de otras expresiones antimigrantes y antimexicanas en ese país.

Horas antes de presenciar el partido de la selección mexicana contra la de Sudáfrica, el mandatario federal manifestó: queremos también que se establezcan en Estados Unidos criterios objetivos y protocolos confiables en la aplicación de la ley, a fin de evitar, en lo sucesivo, estas muertes inadmisibles, derivadas, entre otras cosas, del uso abusivo de la fuerza en contra de los migrantes mexicanos.