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La toma de la mina sonorense incluyó actos de represión, señala el organismo gremial

En Cananea hay trabajadores heridos de bala, asegura el sindicato minero

Responsabiliza al gobierno federal de violencia y hechos de sangre que se puedan presentar

 
Periódico La Jornada
Martes 8 de junio de 2010, p. 7

La toma de la mina de Cananea por fuerzas armadas federales no fue pacífica, como quiere hacer creer el gobierno; hay trabajadores heridos por arma de fuego y hubo una fuerte represión, golpes y baños de gas lacrimógeno en el desalojo, denunció el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana y responsabilizó al gobierno del presidente Felipe Calderón de los hechos de violencia y (hechos de) sangre que se puedan presentar en adelante, ya que, sostuvo, los mineros no van a aceptar que les arrebaten tan fácilmente sus derechos.

Ante lo que calificó de agresión deleznable de los gobiernos federal y de Sonora contra los trabajadores de Cananea, el sindicato informó que su dirigente, Napoleón Gómez Urrutia, llamó a los mineros a no aceptar por ningún motivo las liquidaciones y finiquitos que ahora les está ofreciendo la empresa, porque aún quedan recursos legales para evitar que se den por terminadas las relaciones laborales. Les pidió también no caer en provocaciones y ante todo salvaguardar su integridad física.

El comité ejecutivo nacional de este sindicato indicó que, con esta acción, una vez más se revela en toda su descarnada suciedad la indignante complicidad con que han actuado en estos acontecimientos tanto el gobierno federal como el sicópata empresario Germán Feliciano Larrea Mota Velasco, dueño de Grupo México, con la participación activa de los secretarios del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, y de Gobernación, Fernando Gómez Mont, sus serviles empleados.

La toma de esta mina se llevó a cabo bajo verdaderas acciones de terror contra los trabajadores que sostenían la huelga de casi tres años, expuso esta organización, y sostuvo que con ello el gobierno “ha roto de facto las vías de diálogo y conciliación pacífica que en el Poder Legislativo se habían abierto en los últimos meses para resolver las huelgas y la reparación a las viudas y deudos de Pasta de Conchos, que incluía en este último caso el rescate de los cuerpos de los mineros muertos”.

La acción es la evidencia clara de la prosternación cómplice del actual gobierno hacia los dueños del dinero. Todos los hechos confirman que esta administración no desea el diálogo ni la negociación, sino las vías de la violencia, hipócritamente camuflados en falsos argumentos legales, según apuntó.

Esta flagrante violación queda por lo pronto inscrita entre las páginas más negras de la política antiobrera y antisindical de México. El gobierno y Grupo México de Larrea están haciendo historia, pero al revés, pretendiendo echar abajo derechos fundamentales, como el de huelga. Los neopofiristas en el poder quieren llevar a los trabajadores y a los sindicatos democráticos e independientes a situaciones de exasperación y tensión, que contradicen su discurso hipócrita de legalidad y estado de derecho, aseguró este sindicato.

Planteó que los trabajadores en huelga de Cananea y el sindicato minero jamás aceptaron ni aceptarán el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que en clara y vergonzosa simulación se apoyó en la versión unilateralmente ilegal de la empresa para dar por terminadas las relaciones laborales.

La acción de ayer (domingo), añadió, “fue más parecida a la ilegal orden de ‘mátalos en caliente’ que dio el dictador Porfirio Díaz que a una verdadera resolución apegada a derecho”.

Ante ello, el sindicato declaró que hará valer todas las acciones que sean necesarias, tanto de orden legal como político, para repudiar y echar atrás esta inconstitucional agresión contra los mineros, así como las viudas y familiares de Pasta de Conchos y contra toda la base trabajadora del país, y calificó de sarcasmo sangriento que el mismo día en que con bombo y platillo se exalta demagógicamente la unidad del país, impunemente se lance un ataque contra los trabajadores mineros y sus familias.