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No bastan las explicaciones; debe renunciar, exigen en Santiago

Diplomático chileno se disculpa por decir que en su país no se sintió la dictadura
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 8 de junio de 2010, p. 25

Santiago, 7 de junio. El embajador chileno en Argentina, Miguel Otero, se disculpó hoy aquí tras las protestas generadas luego que afirmó que la mayoría de los chilenos no sintió la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990), y aseguró que de no haber sido por el golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende hoy Chile sería Cuba.

Nunca fue mi intención causarle daño a nadie, dijo el diplomático en su oficina jurídica en esta capital, luego de que sus declaraciones generaron protestas los congresos de Argentina y Chile.

El ex senador de la pinochetista Renovación Nacional además señaló compartir el dolor de las personas que sufrieron violaciones a los derechos humanos en Argentina. Toda mi vida he condenado las violaciones a las garantías básicas (...), no creo en las dictaduras y las condeno enérgicamente, aseveró en su disculpa por las declaraciones al diario argentino Clarín.

Otero, que fue convocado de urgencia por la cancillería, incluso llamó por teléfono al presidente, el empresario Sebastián Piñera, a quien también ofreció disculpas por sus dichos, en los que aseguró que la mayor parte de Chile se sintió aliviada con la dictadura, porque antes usted no podía comprar nada importado, tenía que pagar lo que se producía en Chile, caro y malo. De la noche a la mañana usted empezó a encontrar lo que no había. Ganó el pueblo.

En la entrevista, que ahora dice no debió haber concedido, Otero expuso que no teníamos azúcar, no teníamos alcohol, no teníamos algodón. Chile no estaba viviendo una democracia ni era un país tranquilo, era una guerra civil encubierta en todos los frentes.

Reconoció que hubo violaciones a los derechos humanos, pero dijo que éstas fueron actos personales y no institucionales, y restó importancia al papel de Estados Unidos en la preparación del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 contra el presidente Allende.

El presidente del Senado, Jorge Pizarro, dijo que no bastan las explicaciones y que Piñera tiene que pedirle la renuncia al embajador, mientras desde Renovación Nacional el timonel del partido, Carlos Larraín, otro pinochetista conocido, lamentó lo ocurrido pero lanzó sus dardos a la izquierda acusándola de ser la policía del pensamiento.

Pero incluso en Buenos Aires hay molestia. El presidente del Comité de Defensa de la Cámara de Diputados de Argentina, Julio César Martínez, dijo que solicitará a su gobierno que se pida el remplazo de Otero.