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Emergencia en el Golfo

Inicia operativo para instalar a mil 500 metros de profundidad nueva cámara de contención

Intenta el gobierno de Estados Unidos mayores sanciones a percances provocados por petroleras

Aumenta un centavo de dólar por barril de crudo derramado, según información de la Casa Blanca

Descubre investigación problemas de seguridad en mecanismo de la plataforma Deepwater Horizon

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Activistas locales distribuyen información frente a la corte de New Haven, Connecticut, sobre una campaña para que el gobierno del presidente Barack Obama congele los activos de British Petroleum en Estados Unidos como sanción por el desastre de su plataforma petrolera en el Golfo de MéxicoFoto Ap
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Fotografía a casi mil 500 metros de profundidad tomada del video captado el pasado domingo por la trasnacional sobre el escape de crudoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 13 de mayo de 2010, p. 25

Washington, 12 de mayo. El gobierno de Estados Unidos anunció hoy una iniciativa legislativa para elevar el techo de responsabilidades de las empresas petroleras en caso de accidentes, por lo que plantea aumentar el impuesto que pagan esas trasnacionales y elevar su aporte para llevar el fondo destinado a la limpieza de mareas negras a mil 500 millones de dólares.

La propuesta que está siendo enviada al Congreso plantea un aumento impositivo de un centavo por barril de petróleo, que significa llevar el impuesto que pagan actualmente las petroleras de ocho centavos por barril a nueve centavos de dólar por barril a partir de este año, de acuerdo con informes de la Casa Blanca.

Propone elevar de mil millones a mil 500 millones de dólares el tope del fondo de indemnización contra derrames, establecido para asegurar la financiación de limpieza y daños en caso de fuga de crudo, en lo que será un paquete retroactivo que se espera que sea aprobado a la brevedad por el Congreso y que cubriría los daños por el accidente de la British Petroleum (BP) en el Golfo de México.

Bajo la legislación actual, una empresa petrolera tiene un techo de gastos de 75 millones de dólares, pero las fuentes de la Casa Blanca consultadas declinaron dar una cifra del nuevo monto buscado por el gobierno del presidente Barack Obama al argumentar que ese punto lo definirán de manera conjunta con el Congreso.

Al respecto, la semana pasada un grupo de senadores estadunidenses presentó una iniciativa de ley que eleva la responsabilidad de las empresas petroleras en caso de derrames costeros a 10 mil millones de dólares.

La nueva iniciativa de la Casa Blanca incluye además aportaciones del gobierno federal por 118 millones de dólares, pero que en el presente caso serían pagados mayormente por la BP para ayudar a las personas afectadas por los derrames, al considerar dinero para el desempleo en comunidades perjudicadas.

Se contemplan otros gastos para el Servicio de Guardacostas y la Secretaría del Interior.

En tanto, la investigación de un panel del Congreso descubrió significativos problemas en un mecanismo de control de seguridad en la plataforma Deepwater Horizon de la petrolera británica BP, que podría haber contribuido al accidente del 20 de abril tras una explosión que dejó 11 trabajadores muertos, accidente que tuvo lugar en el Golfo de México frente a las costas de Luisiana.

El presidente del Comité de Energía y Comercio de la Cámara de Representantes, el demócrata Henry Waxman, dijo que hay evidencias de que el mecanismo que debería haber taponeado el pozo e impedido el derrame, fue configurado de forma defectuosa.

También se revelaron importantes negligencias en la supervisión de las compañías petroleras, entre las que se culpó al servicio regulador gubernamental Minerals Management Service, que ha fallado en una adecuada vigilancia de las operaciones de los pozos de perforación submarinos a gran profundidad.

Mientras en Washington los ejecutivos de la BP, Transocean y Halliburton cumplían un segundo día de audiencias en el Congreso, trabajadores y técnicos del gigante británico de la energía proseguían al frente de las tareas para contener la expansión del derrame, que se traduce en una fuga diaria de casi 800 mil litros de crudo.

En estas audiencias ante dos comisiones del Senado, los legisladores acusaron a ejecutivos de la BP America Inc., Transocean y Halliburton de tratar de inculparse entre ellos, y los sometieron a un duro interrogatorio sobre seguridad y el sellado del pozo.

El senador demócrata Ron Wyden interrumpió al presidente de la filial estadunidense de la BP al decirle que la cultura de esta compañía ha sido un accidente detrás de otro, al recordar una explosión en 2005 en su refinería de Texas City que provocó 15 muertos.

Algunas críticas de los legisladores fueron para cuestionar las respuestas de los ejecutivos empresariales, destacando que la petrolera británica parece estar probando diversas soluciones sin ninguna seguridad de éxito a tres semanas del accidente.

Los expertos de la BP lograron este miércoles ubicar la cúpula sobre la fuga de petróleo en el fondo del Golfo de México, destinada a evitar que continúe el vertido de crudo cuyas consecuencias sobre el medio ambiente y la economía local son inciertas.

Los ingenieros daban los toques finales al operativo para instalar a mil 500 metros de profundidad la rediseñada cámara de contención, que ahora es una nueva tapa más pequeña, con un peso de 1.6 toneladas y unos 2.4 metros de altura.

La trasnacional británica espera que, si todo sale bien, el nuevo mecanismo comience a operar antes del fin de semana para recolectar el petróleo derramado.

El pasado fin de semana la BP fracasó en su plan de bombear el petróleo del pozo dañado, a unos 80 kilómetros de las costas del estado de Luisiana, cuando intentó instalar una gigantesca cúpula de 100 toneladas. El problema entonces fue la formación de hidratos cristalizados, que impidieron la succión del crudo.

El presidente Barack Obama está muy frustrado porque todavía no logramos cerrar esta fuga, dijo el portavoz Robert Gibbs.

Este miércoles, Obama envió a altos funcionarios de su gobierno a la región, y en particular a sus secretarios del Interior, Ken Salazar, y de Energía, el premio Nobel de Física Steven Chu, al comando central de la BP en Houston, Texas, para seguir buscando intensamente soluciones potenciales, informó la Casa Blanca.

Cerca de 500 mil metros de barreras flotantes han sido colocadas en aguas del Golfo de México para intentar contener el derrame de petróleo, en medio de temores de que el buen clima cambie y favorezca el desplazamiento de la marea negra hacia la costa.