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Emergencia en el Golfo

Los diluyentes utilizados tienen doble efecto tóxico, advierte el biólogo marino Joe Griffitt

Fracasa por problemas técnicos operativo para terminar con la fuga de petróleo

La British Petroleum retira la cúpula de acero tras encontrar cristales que obstaculizan la aspiración

Era considerada la última esperanza para evitar el que puede ser el mayor desastre ambiental en EU

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Pescadores diseminan material absorbente en Hospedale, Luisiana, para proteger a las ostras del derrame de petróleo que amenaza el lugarFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 9 de mayo de 2010, p. 26

Nueva Orleáns, 8 de mayo. La British Petroleum (BP) fracasó hoy en sus planes de colocar una gigantesca cúpula de acero sobre el punto de fuga de crudo en el Golfo de México al toparse con problemas técnicos debido al hallazgo de cristales que obstaculizan la aspiración de petróleo, por lo que se vio obligada a retirar la estructura de alrededor de 100 toneladas.

La cúpula destinada a contener la fuga de petróleo se tuvo que retirar luego que se detectaron hidratos de gas inflamables cuando la estaban colocando, informó Doug Suttles, uno de los ejecutivos de la trasnacional. No diría que ya fracasó aunque se buscan otras opciones, agregó, al referirse a los problemas por los hidratos de metano o hielo inflamable.

Los hidratos de gas, similares a cristales de hielo, se formaron en el interior de la monumental estructura cuando estaba por llegar al fondo marino, a unos mil 500 metros de profundidad, obstruyendo la apertura por la cual la BP esperaba extraer el crudo, explicó a periodistas Suttles, director de explotación del gigante petrolero.

Los trabajadores movieron la caja de acero y concreto unos 200 metros a un lado en el fondo marino, mientras evalúan opciones. Se estima que su instalación quedará interrumpida al menos dos días, cuya maniobra era vista como una de las últimas esperanzas para evitar el que sería el mayor desastre medioambiental en Estados Unidos desde el derrame del buque Exxon Valdez en 1989 en Alaska.

No diría que fracasamos, insistió Suttles. Lo que diría es que lo que intentamos hacer anoche no funcionó. Añadió que la BP está analizando otros métodos para absorber el crudo. Entre estas opciones está tapar el agujero inyectando un material especial.

Hay varios desafíos y riesgos en eso, por ello hasta ahora no hemos avanzado en ese punto. Pero seguimos viendo si es una opción viable, dijo Suttles. Todo tiene que ver con que estamos trabajando a mil 500 metros de profundidad en un entorno muy difícil.

La estructura de cuatro pisos, única alternativa de corto plazo de la petrolera británica por controlar la fuga, debía redirigir el flujo liberado de crudo casi mil 500 metros bajo el agua y, una vez conectado, bombearía el crudo a un tanque en la superficie. La BP esperaba que la cúpula estuviera lista el lunes y recolectara aproximadamente 85 por ciento del petróleo derramado en la zona.

Ahora, según los informes, si el plan del domo fracasa, la trasnacional enfrenta la perspectiva de perforar un pozo de alivio para reducir la fuga en el pozo petrolero dañado, lo cual podría tomar dos a tres meses.

Una gigantesca mancha negra provocada por el derrame amenaza con crear un desastre ambiental y económico en cuatro estados en la costa estadunidense del Golfo de México que son Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida, tras el accidente del 22 de abril en una plataforma marina provocado por una explosión, que dejó un saldo de 11 operarios muertos.

Los hidratos de metano, un raspado congelado de hidrocarburos y agua que se forma por la profundidad y condiciones frías del sitio de la fuga, comenzó a bloquear la apertura del domo. Ante esto, entre las soluciones están el uso de agua caliente para calentar los hidratos en el fondo marino, o la utilización de hidrocarburos como metanol para hacerlos menos espesos, dijo Suttles.

El funcionario señaló que la firma estaba evaluando otras dos soluciones de corto plazo, incluyendo la instalación de un nuevo contenedor en el sitio del derrame e intentar colocar el contenedor actual con una inyección de caucho y otros sólidos.

Los hidratos son altamente inflamables y presentan un peligro para los trabajadores de la BP en los buques ubicados encima del derrame. Si éstos se derriten de manera descontrolada, pueden enviar una gran cantidad de gas natural a la superficie marina y potencialmente incendiarse.

Irónicamente, los hidratos de metano son una prometedora fuente de energía futura, aunque investigadores están aún buscando formas para usarlos con seguridad.

Los trabajadores de la trasnacional han volcado diluyentes sobre la superficie del mar y desplegado cientos de miles de barreras flotantes para contener el crudo. Pero los ambientalistas han advertido que éstos también son nefastos para la vida marina.

Esos productos no hacen que el petróleo se vaya, indicó Joe Griffitt, biólogo marino del Gulf Coast Research Laboratory. Simplemente van al fondo marino. Allí es donde se encuentran los sedimentos y las larvas (de mucha de la fauna marina). Por lo que el efecto tóxico es doble.