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El músico argentino presentará hoy su más reciente material discográfico en El Vicio

África y sus percusiones han influido en el mundo, a pesar de las masacres y odios, dice Minino Garay
 
Periódico La Jornada
Miércoles 5 de mayo de 2010, p. a10

Cuando toco las percusiones me aíslo y, a la vez, me uno al público que tengo enfrente; ésa es una dualidad que me persigue en cada escenario, expresó en entrevista el músico de origen argentino Minino Garay, radicado desde hace 21 años en Francia, donde ha realizado un trabajo cosmopolita, al lado de artistas como Peter Gabriel y Youssou N’Dour.

Hoy Minino Garay y Los Tambores del Sur presenta su nuevo disco, titulado Que lo parió!, en el Teatro-bar El Vicio, y mañana, 6 de mayo, estará en El Zinco de la calle de Motolinía, en el Centro Histórico, ambas a partir de las nueve de la noche. Agregó que quienes asistan podrán conocer una síntesis de su trabajo.

Digamos que mi especialidad se basa, sobre todo, en el bombo legüero y el cajón peruano, que son la base de lo que soy como percusionista; a partir de ahí realicé estudios de música clásica y he viajado por el mundo, donde he puesto lo que llamo estudios callejeros, en los cuales he conocido a muchos músicos profesionales y sabios respecto de sus instrumentos y cultura. Por eso comencé a estudiar batería y percusiones africanas, pero siempre tratando de incorporar la parte sudamericana, porque ante todo me considero percusionista sudamericano, dice Garay.

La música estaba ahí y nunca lo soltó

Lo primero es lo último y lo más antiguo y remoto es lo moderno y lo de hoy. La primera expresión del ser humano es percutir antes de hacer los troncos huecos; la percusión corporal y la voz fueron las primeras expresiones humanas. En diferentes países esto se desarrolló de manera diversa, pero África y sus percusiones han influido en todo el mundo, y esto a pesar de las masacres, de las mentiras y odios.

Sobre por qué es percusionista, comentó que quizá se deba a que de niño vio a Gene Krupa. Le impactó ver el movimiento de esas manos y de esa cabeza con esos pelos. Su tío Ramón Ranulfo Taborda, productor de música popular, sobre todo del llamado cuarteto, lo dejaba andar de un lado a otro en el escenario.

Yo tenía 8 o 9 años y el cuarteto era considerado de cuarta categoría; es decir, se decía que era una música para negros, siendo que no había ningún negro porque a todos los habían matado. Ahí es donde el pequeño Minino vio cómo se tocaban las timbaletas, las congas. Ahí escuchó una especie de pasodoble, de cumbia y tarantela. Así, hasta que un día ya no se bajó del escenario. Hoy tiene 44 años de edad. Sin embargo, no cree que él haya elegido ser músico, porque esa música ya estaba ahí y nunca lo soltó.

Estudios más, estudios menos, actualmente es uno de los artistas más demandados por los maestros percusionistas africanos, como Baba Mal, con quien tocó en Puebla. Destacó como fuera de serie haber acompañado en una gira de un año a Baba Sissoko.

Ésta es su cuarta visita a México, pero ahora lo hace acompañado de un disco. Me encanta el folclor, la tradición para después hacer mezclas. Primero hay que conocer la raíz para saber hacer bien las cosas.

Ni de izquierda ni de derecha

Rechaza tajantemente ser de izquierda, de derecha, de centro o para adentro, pero algunas canciones del disco que presentará dejan entrever críticas al pasado dictatorial, contra los militares. Hace una reivindicación del cóndor, al que define como un ave majestuosa a la que nadie pidió permiso para usar su nombre en una operación sangrienta. En otra tema la letra refiere la trata de blancas de las bellezas argentinas en países como México.

Precisó que cada pieza está compuesta desde las percusiones. Estará en México hasta el 10 de mayo y se presentará también en el Festival Ollin Khan.

En sus conciertos en El Vicio y en El Zinco lo acompañarán Andrés Landón, bajo; El Pájaro Cansani, voz; Lucio de los Santos, flauta, y Daniel Zlotnik, saxo.