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El compositor dará un concierto el viernes 30 en el Centro Nacional de las Artes

Luis Pescetti pide ofrecer a los niños un mundo real, antes que ideal

Trabajar con ellos me llena de vitalidad y aleja de los prejuicios, dice a La Jornada el también escritor

Presentará ese día su libro Te amo, lectura (Natacha), publicado por Alfaguara

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Luis Pescetti, en imagen tomada del cuadernillo de su disco Bocasucia.Foto Ernesto Romero
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Una de las ilustraciones realizadas por el escritor para su libro Te amo, lectura (Natacha)
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de abril de 2010, p. 4

En una esquina Tom Sawyer. En la otra El Principito. Al primero lo apoyan los niños, el segundo es el rey de las niñas. El equipo de ellos es el de los aventureros, ellas son las románticas. Ambos entran en feroz competencia para defender a su líder.

El Principito es el mejor porque domestica animales, pero Tom es un as, pues consigue que sus amigos le hagan la tarea. Entre mil peripecias, una maestra se lleva los honores: ha conseguido, una vez más, promover la lectura.

Todo lo anterior ocurre en el nuevo libro del compositor, comediante y escritor Luis Pescetti (Santa Fe, Argentina, 1958): Te amo, lectura (Natacha), editado por Alfaguara y que para el autor es una declaración de amor y agradecimiento para lo que fue la lectura en mi vida.

Sobre todo, el texto “es lo más parecido a un ensayo acerca de cómo creo que se debe promover la lectura, dejando en claro que tiene mucho humor y está escrito como ficción. Muestro todas esas emociones reales de los niños cuando se tienen que enfrentar a la lectura y pasan del ‘ufff, ¡qué flojera leer!’, al ‘¡sígale, sígale, maestra!’”, detalla en entrevista con La Jornada.

No la tienen fácil

Hace 20 años, Pescetti comenzó su labor como profesor de música en escuelas públicas estatales en su natal Argentina. Luego fue promotor de la lectura en México y Cuba, pero un día se dio cuenta de que no quería ser ensayista, sino que le latía escribir y actuar, pues eso era la vida misma.

En 1990 llegó al país para convertirse en uno de los más populares y queridos intérpretes de música para chicos, con ese toque antisolemne que logra que hasta los padres más serios se suelten el chongo.

En esas dos décadas de trabajo para los niños, Luis Pescetti ha visto que si bien se ha vivido una revolución en cuanto a las nuevas tecnologías para comunicarse, lo que no ha cambiado son algunas ideas en los pequeños, como: quiero llamar la atención, no quiero que me rechacen, no quiero caer en el ridículo, me siento enamorado, pero tengo miedo de ser rechazado, rompió conmigo y yo la quería mucho.

En medio de esa nube de pensamientos, los niños de hoy, añade, tienen “mucha presión en cuanto a encontrar un lugar en el mundo, más que antes. Tienen mucho más miedo al ridículo, mucha presión para no quedar excluidos de un grupo determinado y mucha dificultad para reconocer un deseo o una vocación.

Avanzan los años y pareciera que el entusiasmo cayó en descrédito, es decir, toda la sociedad urbana se volvió tan cínica o irónica con las creencias, que si te entusiasmas o crees en algo es malo. Por eso los chavos no le entran ni a una cosa ni a otra; se ríen de todo. No la tienen nada fácil.

Y tampoco los profesores, continúa, pues las condiciones de trabajo de la docencia son muy arduas, son muchas horas sostenidas, sin pausa, atendiendo 30 o 40 chavos y cada uno reclama ser hijo único, con situaciones familiares que piden que el maestro se convierta en trabajador social, sicólogo, terapeuta. Es una gran exigencia sicológica. Por eso el trabajo del docente en la actualidad está sobrexigido.

Toque de irreverencia

En las primeras páginas de la historia Te amo, lectura (Natacha), el niño Jorge dice: ¡Tom Sawyer, si quiere, le rompe la cara al Principito!, a lo que responde Sabrina: ¡Si niñito! ¡Y el Principito le avienta un planetazo y los tumba!

Al respecto, Luis Pescetti señala que ese toque de irreverencia que imprime tanto a sus canciones como a sus cuentos es algo que las familias viven cotidianamente, pero que pocos se atreven a pensar que puede ser literatura o música para niños.

“No tenemos que hablar siempre de la infancia ideal. Si a los niños les damos imágenes de vida ideal, luego en la vida real se pierden, por más que uno les diga que esas son las más adorables y lindas. Ofrecerles un plano real no quita el que tú puedas proyectarles lo que te ilusiona y motiva.

“Los niños tienen fantasía, sí, pero también son bastante realistas. A veces veo en los espectáculos que los papás se desbalagan y los hijos son los que dicen: ‘mamá, compórtate’.

Las instantáneas que capto de la vida de los niños o de sus familias son tan fuertes que si aparezco solo con una guitarra no importa, es más creíble, porque no hay intermediarios.

–¿Cuál es la enseñanza más grande que le ha dejado su trabajo con los niños?

–La entrega, la vitalidad y el no tener prejuicios. Aprender con qué construyen su burbuja o su presente, conocer la capacidad de los chicos para construir un presente vital.

Luis Pescetti presentará el libro Te amo, lectura (Natacha), ilustrado por él mismo, durante el concierto que con motivo del Día del Niño ofrecerá este viernes en el Centro Nacional de las Artes (áreas verdes), a las 18 horas, en calzada de Tlalpan y Río Churubusco. Prohibido llevar a la solemnidad.