Cultura
Ver día anteriorDomingo 18 de abril de 2010Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

También politólogo, presentó su libro Nuevo tiempo de arena en el Centro de la Imagen

El fotógrafo juega a buscar instantes de alegría y felicidad: Víctor Flores Olea

Las gráficas son una comparación nostálgica de los distintos tiempos vividos: Rodrigo Moya

Foto
Uno busca determinados objetos y sujetos porque reflejan parte de nuestra intimidad, expresó Flores Olea. Entre el público estuvieron presentes Carlos Payán, director fundador de este diario, y el fotógrafo Pablo Ortiz MonasterioFoto tomada del libro
 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de abril de 2010, p. 3

La actividad fotográfica se lleva a cabo como juego y buscando momentos de alegría y de felicidad, dijo el politólogo, escritor y fotógrafo Víctor Flores Olea, luego de la presentación de su libro Nuevo tiempo de arena, realizada la noche del jueves en el Centro de la Imagen.

La posibilidad de encontrar la organización de formas, de figuras, este pintar con luz que es la fotografía, es siempre una actividad lúdica, está presidida por ello. Ése es uno de los grandes atractivos de la práctica fotográfica. Se hace siempre no como carga o trabajo, sino como un momento de alegría y felicidad.

Editado por la Dirección General de Publicaciones, Nuevo tiempo de arena reúne unas 90 fotos en color y en blanco y negro tomadas en París y Venecia, algunas ya publicadas en otros libros y la mayoría de 25 años a la fecha, aunque algunas revisitan lugares antes abordados por Flores Olea.

El también colaborador de La Jornada planteó que la fotografía es una señal de la memoria de quien la ejerce y una manera de fotografiarse a sí mismo, pues cada imagen es un reflejo de la intimidad. Uno busca y encuentra determinadas formas, objetos y sujetos porque reflejan, expresan parte de nuestra intimidad.

Interrogado por reporteros, Flores Olea consideró que el tomar fotografías, sean artísticas, documentales o periodísticas, requiere de un conocimiento de la imagen, las artes plásticas y la historia del arte.

“Algunos jóvenes me han preguntado qué hacer para estudiar fotografía, y les he dicho: ‘vayan a los museos, vean pinturas, libros de pintura, libros de los clásicos de la fotografía’, porque esas artes comparten aspectos fundamentales, como la luz, la perspectiva, la composición, la proporción, el equilibrio y el juego de formas.”

En la presentación participaron los fotógrafos Rodrigo Moya y Pedro Valtierra, así como el investigador Alejandro Castellanos, director del Centro de la Imagen. Entre el público se encontraba el periodista Carlos Payán, director fundador de La Jornada, y el fotógrafo Pablo Ortiz Monasterio.

Moya planteó que las imágenes de Nuevo tiempo de arena son una revisión de la propia memoria, una comparación nostálgica de los distintos tiempos vividos, en apariencia inmutables.

Son también, agregó, como pienso de las buenas colecciones personales de fotografía, parte de un interminable álbum familiar, o un cuaderno personal de apuntes de viajes, o una bitácora cicular que enfrenta al autor con sus recuerdos, sus lugares preferidos y sus pasados, esa suma de memorias siempre renovadas por el encuentro y registro propio de las imágenes.

Castellanos se refirió a la pasión de Flores Olea por ver la vida en las calles de las ciudades, y mencionó un aspecto recurrente en su obra literaria y fotográfica: el sueño, territorio donde se funde lo posible y lo imposible, el deseo y lo inabarcable, eros y tánatos.

Acerca del libro, dijo que con éste el autor redimensiona las imágenes de su pasado al relacionarlas con un presente donde resalta el uso del color como detonador de nuevas maneras de ver el espacio y los personajes que aparecen en las imágenes.