Sociedad y Justicia
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ONG: seguirá la venta de refrescos en planteles
 
Periódico La Jornada
Jueves 15 de abril de 2010, p. 39

La reforma a la Ley General de Salud aprobada el martes pasado en la Cámara de Diputados para prohibir la venta de comida chatarra en escuelas no impide que las grandes empresas mantengan el control de la hidratación de los niños y es de temer que comercialicen nuevos productos seudonaturales, advirtió Alejandro Calvillo, director de la organización El Poder del Consumidor

La iniciativa, enviada al Senado para ser votada, no garantiza el abasto de agua potable gratuita en las escuelas, ni tampoco la distribución y venta de frutas y verduras que sustituyan todos los productos industrializados que actualmente se comercializan en cooperativas y tiendas escolares.

Si bien Alejandro Calvillo dijo que la reforma representa un paso importante para combatir la obesidad entre la población infantil, también la calificó como parcial y tardía, pues los legisladores la aprobaron cuando México ya ocupa el primer lugar en obesidad infantil, luego de muchas presiones de grupos sociales y tras dejar pasar 50 iniciativas al respecto.

La reforma tampoco forma parte de una política integral de protección a la salud que incluya la seguridad alimentaria, una campaña de orientación y prohibir la publicidad para alimentos industrializados dirigida a los niños, indicó.

Alertó acerca del aparente silencio del sector privado sobre la prohibición de la venta de comida chatarra en las escuelas, en contraste con el cabildeo que siempre realizan las grandes empresas entre senadores y diputados cuando se discuten iniciativas que atentan contra sus intereses.

Dijo que es preocupante que el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, haya informado que negocia el tema con las empresas, por lo que es de temerse que éstas mantengan el control de la hidratación de los niños y además preparen un nuevo portafolio de alimentos altamente procesados (por ejemplo, con aspartame como sustituto de azúcar), pero que sean presentados con menos carbohidratos para evitar ser catalogados como chatarra.

Expresó que una política de salud debe estar vinculada con la seguridad alimentaria para tener productos saludables y accesibles, pero no existe. También debe haber una reforma alimentaria escolar para que, como ocurre en Brasil, Italia, Ghana e incluso algunas partes de Estados Unidos, los desayunos escolares sean abastecidos con alimentos cultivados por pequeños productores agrícolas de la región y procesados por los padres de familia.