Sociedad y Justicia
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Encubrimiento de pederasta, el motivo

Estudian presentar una demanda contra el Papa
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El obispo Walter Mixa, acusado de golpear a menoresFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 1º de abril de 2010, p. 33

Miami, 31 de marzo. Un bufete de abogados del sur de Florida informó hoy que planea implicar al Vaticano y al papa Benedicto XVI en una demanda contra un sacerdote acusado de abusar sexualmente de niños. La queja interpuesta contra la arquidiócesis de Miami muestra que el Vaticano estaba al tanto de la conducta del reverendo Ernesto García-Rubio desde principios de 1968, según detalles dados a conocer por uno de los defensores de las víctimas.

Benedicto XVI se convirtió 13 años después en jefe de la oficina del Vaticano, que recibió una petición de García-Rubio tratando de dejar el sacerdocio. La demanda alega que la diócesis fue negligente en la supervisión y asignación del reverendo.

En la actualidad el Vaticano prepara la defensa legal con que la Iglesia católica protegerá a Benedicto XVI de una demanda en Kentucky que busca su destitución. Tres hombres que dicen haber sido objeto de abuso por sacerdotes interpusieron la demanda contra Roma en 2004, acusándola de negligencia por no haber alertado a la policía o al público sobre los sacerdotes que vejaron a menores en Kentucky.

Puñetazos a menores en Alemania

En Berlín, cinco ex alumnos del centro de ayuda para niños y jóvenes St. Josef, en Schrobenhausen, acusaron al ultraconservador obispo de Augsburgo, Walter Mixa, de graves maltratos durante el periodo que pasaron en esa institución.

El diario Süddeutsche Zeitung reproduce declaraciones juradas de tres mujeres y dos hombres según las cuales el obispo los abofeteaba, daba puñetazos y golpes en el trasero con un sacudidor de alfombras y un palo de madera en las décadas de los 70 y 80.

Mixa, párroco de la ciudad de Schrobenhausen entre 1975 y 1996 y uno de los obispos más relevantes de Alemania, dijo que son versiones absurdas, falsas y con el único objetivo, claramente, de difamarlo personalmente, por lo que anunció medidas legales. En esos años visitaba de manera regular a las monjas de Mallersdorf, encargadas de llevar el hogar infantil que acogía, sobre todo, a niños procedentes de familias con problemas, y una de sus funciones era castigar los comportamientos incorrectos. Las monjas también debían escarmentar a los niños con escobas de madera, zapatillas con suela de madera y planchas para la ropa, según los ex alumnos, de entre 41 y 47 años de edad.Los dos años que pasé en Schrobenhausen fueron los peores de mi vida, relató una de las mujeres. En el intervalo de una semana, Mixa me golpeó tres veces con el puño. En el hogar infantil había un clima de miedo, dijo la mujer. No hubo abusos sexuales, pero la violencia era frecuente, y en la mayoría de sus visitas, Mixa golpeaba a los niños, cuyos padres nunca los visitaban. Hildegard Sedlmairs, que de niña fue acogida en el centro, comentó que a 30 años de los hechos todavía es un recuerdo doloroso. Una vez me sacó de la cama en bata y me empezó a dar de puñetazos, declaró quien en esa época tenía 15 años. Otro de los afectados, Markus Tagwerk (nombre ficticio para mantener su intimidad), comentó que Mixa lo golpeó al menos 50 veces con un palo de madera en el trasero durante un año.

“Durante los golpes, Mixa me decía: ‘Niño de Dios, recibe esta penitencia’ o ‘Satán está dentro de ti y debo expulsarlo’”. Según la orden de las hermanas de Mallersdorf, es la primera vez que conocen estas informaciones y aseguraron su intención de llegar al fondo del asunto. Las acusaciones surgen unas semanas después de que el obispo de Augsburgo señaló que los casos de pederastia en colegios jesuitas alemanes en las década de los 70 y 80 son crímenes abominables, pero los abusos son en parte fruto de la revolución sexual en la sociedad alemana. Mixa dijo por su parte que con seguridad no es del todo inocente la denominada revolución sexual, en la que hubo críticos de la moral, especialmente progresistas que preconizaban el contacto sexual entre adultos y menores.