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Corearon una por una las letras del dueto puertorriqueño en casi dos horas de actuación

Calle 13 estremece con su música urbana a unos cien mil cubanos

No es que tenga el ánimo dispuesto contra el reguetón, sino que no forma parte de nuestro mensaje; nuestras canciones son una herramienta para llegar al barrio, comentan

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El dueto puertorriqueño lleva su fusión a la Tribuna Antimperialista en La HabanaFoto Ap
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René Pérez Residente Foto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de marzo de 2010, p. 7

La Habana, 23 de marzo. El aire levanta una ventisca marina que a ratos nubla la vista, pero no importa. El muro que resguarda el malecón está repleto, compacto, igual que la explanada de la Tribuna Antimperialista José Martí, donde esta tarde quizá más de cien mil jóvenes se estremecieron con la música de Calle 13.

En medio del gentío no se siente el impacto de las olas, que al caer el sol golpean con fuerza el litoral. El dueto puertorriqueño es ahora una de las bandas más populares en Cuba y así lo confirma la masa que se retuerce en la calle, que responde en alarido a las provocaciones y corea una por una las letras de este par que, para muchos, hace un reguetón diferente o quizás una fusión, pero que ellos llaman simplemente género urbano.

René explicaba el día anterior, en la Casa de las Américas, que no es que tenga el ánimo dispuesto contra el reguetón, sino que este ritmo no forma parte del mensaje que trae la banda, aunque no hay duda de que ahí tiene una raíz. Nuestra música es una herramienta para llegar al barrio.

Al menos por promoción no se pueden quejar René Pérez Residente y Eduardo Cabra Visitante. En las pasadas 48 horas han aparecido en los momentos estelares de la televisión y en la radio brincaban por el dial.

No hay forma de separar el fondo de esta fiesta del concierto Paz sin fronteras, convocado por Juanes en septiembre pasado. En los dos casos es la nueva generación cubana la que ha salido masivamente a la calle. Y en los dos casos hay un mensaje tácito, según el cual la política –o más particularmente, el conflicto Cuba-Estados Unidos– no tiene por qué ser un obstáculo para que haya contactos tan estremecedores como aquel de la Plaza de la Revolución y éste del malecón habanero.

También hay que apuntar las diferencias. Juanes apostó por la neutralidad formal, por evitar expresiones abiertamente políticas, aunque tanta pulcritud era casi imposible. Calle 13 ni quería ni podía actuar con medias tintas. En sus notas al margen de sus presentaciones, René va soltando las chispas de militancia que están en el ADN de su obra, como sus alusiones al edificio que está aquí atrás (la oficina diplomática de Estados Unidos).

Y los que no alcanzaron a escuchar los comentarios, pues ya tendrán tiempo de regresar al punto de origen cuando oigan letras como las de Querido FBI (dedicada a Filiberto Ojeda, el líder independentista puertorriqueño muerto por agentes federales en 2005) o Pa’l norte (para los migrantes en Estados Unidos). En cualquier caso, el esquema se pondrá a prueba el jueves, cuando el dueto desembarque en Miami.

Sin embargo, no todo es militancia. El dueto termina cerca de dos horas de actuación, pero la gente no se mueve y en cambio empieza a cantar la joya del repertorio: la rola de Calle 13 más popular en Cuba. René y Eduardo vuelven al escenario y la Tribuna estalla en un rugido cuando el dueto empieza a complacer al personal, haciendo una versión que resulta larga, saboreada de Atrévete…(“salte del clóset/ destápate, quítate el esmalte/ Deja de taparte que nadie va a retratarte… Cambia esa cara de seria/ Esa cara de intelectual, de enciclopedia…”).

Y como si fuera contraseña, toda la concurrencia canta y se retuerce…