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Dan a conocer antología del autor en el primer Festival de Música y Poesía de Primavera

Juan Bañuelos pone el dedo en la llaga de nuestras inclemencias cotidianas

Detrás de cada verso hay una experiencia que lo integra con la realidad, dice Ursus Sartoris

 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de marzo de 2010, p. 4

Cierta ocasión, un anciano purépecha definió: Juan Bañuelos, un hombre de palabra. Así, de manera sencilla, elocuente y metafórica se refirió al poeta chiapaneco.

Con motivo de la reciente publicación Juan Bañuelos: antología esencial, tal aserto cobra su cabal dimensión, pues en cada uno de sus poemas las palabras son hijas de la vida.

Eso quiere decir, por un lado, que hay una coherencia existencial entre palabra, pensamiento y acción. Y, por otro, que sus palabras no son fruto de una retórica esteticista, sino que son engendradas por la vida misma, de manera que detrás de cada verso hay una experiencia que integra al poeta en todo lo que acontece, explicó Ursus Sartoris, responsable de la selección antológica, la cual fue presentada en el contexto del primer Festival de Música y Poesía de Primavera, que se desarrolló el pasado fin de semana en el Museo de la Ciudad de México.

A diferencia de otros volúmenes, en los que se presenta de manera cronológica la obra de un poeta, Sartoris –quien estuvo acompañado en la presentación por el también poeta Ernesto Hernández Doblas– estructuró esta antología esencial de Bañuelos, de modo similar a la cosmovisión indígena en la cual cuatro son los rumbos y elementos: el agua, el fuego, la tierra y el aire.

Compromiso con la palabra

Esta vez, el antologador propone apropiarnos de la esencia poética de Bañuelos a partir de cuatro caminos.

El primero, titulado Donde los dioses son más viejos que los astros, “es un peregrinar por esa ‘soledad solidaria’ que funde el mito personal con el colectivo y, como dice Cesare Pavese, da cuenta de todo gesto humano, que ‘repite un modelo divino’ y día y noche el hombre no tiene un instante ‘que emane del silencio sagrado de los orígenes’”, citó Sartoris.

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Ursus Sartoris, durante la presentación de la antología poética de Juan Bañuelos, en el Museo de la CiudadFoto María Meléndrez Parada

El segundo camino, Donde sólo se habla de amor, nos presenta al poeta como un habitante amoroso que a medida que avanza en su experiencia erótica, descubre que la fiesta de los amantes disuelve nuestro amor egoísta y se transmuta en un amor universal.

El tercer camino, No vive nadie en mi país, recoge el itinerario que el poeta chiapaneco ha desplegado a lo largo y ancho de México, mostrándonos una patria profunda, no imaginaria, llena de contradicciones históricas y sociales, con el cáncer de la corrupción y la ignominia de una clase política embrutecida por el poder y sin imaginación.

El viaje de la tierra es el título del cuarto apartado. Es una crónica de la travesía universal en la que todos somos pasajeros y nadie tiene un boleto seguro al paraíso, en la medida que los amos del mundo aniquilan con sus guerras toda esperanza.

Editado por la Secretaría de Cultura de Michoacán, el libro presenta al poeta con una voz poética que habla desde la entraña misma de la tierra, para denunciar ciertas cuestiones sociales y poner el dedo en la llaga de nuestras inclemencias cotidianas, comentó Ursus Sartori a La Jornada.

Su poesía retoma muchos aspectos sociales, pero sin que sea una poesía social. Revela una verdad. Bañuelos es un poeta que no está en la construcción para convertirse en figura literaria, sino que está entregado a su compromiso con la palabra y la poesía, consideró Sartoris. Es a todas luces un hombre de palabra.