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Las violaciones a derechos humanos, imposibles de evitar en una guerra, argumenta

El Tigre Acosta reivindica toda orden militar impartida en la dictadura argentina

El ex represor acusa de terroristas a los actuales gobernantes del país sudamericano

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 19 de marzo de 2010, p. 26

Buenos Aires, 18 de marzo. El ex capitán de la marina Jorge Tigre Acosta se declaró hoy ante tribunales absolutamente responsable militarmente de toda orden que he impartido, y dijo que las violaciones a los derechos humanos son imposibles de evitar en una guerra, en referencia a la actuación de los grupos de tarea de las distintas fuerzas del ejército que cometieron crímenes de terrorismo de Estado contra la población durante la dictadura. Acosta acusó de terroristas a los que hoy están en el gobierno de la nación.

En su larga declaración, en la cual se distanció de su compañero de la Escuela de Mecánica de la Armada (Esma), Alfredo Astiz, que quería rendir homenaje a todas las víctimas fatales que se produjeron en nuestro país, y reconoció que algunas de ellas fueron causadas por mi accionar militar en la unidad de tarea 3.3.2 de la armada.

El ex marino declaró en el juicio oral y público que se sigue contra 17 ex oficiales de la marina por delitos de lesa humanidad como secuestros, torturas, desapariciones forzadas, robo de niños nacidos en cautiverio, y especialmente, de arrojar a cientos de personas al mar, desde aviones y helicópteros, la mayoría vivas y narcotizadas. Se calcula que en la Esma hubo unas cinco mil desapariciones.

Como responsable militar de las acciones Acosta reconoció por primera vez que hubo personas detenidas en la Esma durante la dictadura –como si hubiera sido un pequeño grupo– pero en ningún momento dio datos sobre el trato que se daba a los prisioneros en ese centro clandestino de detención, ni detalles sobre los llamados vuelos de la muerte, que el capitán Adolfo Scilingo reveló años atrás.

Según Acosta, la guerra revolucionaria que vivimos hasta 1983 hoy puede reactivarse en un entorno gramsciano. Reconoció su desempeño como “jefe de inteligencia del grupo de tarea 3.3.2 de la Esma, sobre el que recaen innumerables denuncias de víctimas y sobrevivientes.

El acusado explicó que las órdenes para luchar contra la guerrilla civil revolucionaria terrorista, en entorno trotskista, estaban escritas en el plan de capacidades internas de la armada de la Junta Militar.

Fue notable su reivindicación de lo que considera un combate para salvar a la patria el gran problema fue dejar gente viva, porque la estábamos recuperando, según ellos, para el proyecto político del almirante (Emilio) Massera.