La dominación política y económica de elites caciquiles, del Ejército y del gobierno del estado de Oaxaca sobre el pueblo triqui ha sido constante, lamentó Francisco López Bárcenas, autor del libro San Juan Copala, dominación política y resistencia popular.

Afirmó que dicha situación ha sumido a esa comunidad en la pobreza, lo que hace que migren sus integrantes, además de que deben enfrentar a organizaciones políticas que actúan violentamente, asesoradas por el gobierno estatal.

Sin embargo, sostuvo el maestro en derecho y desarrollo rural, los triquis no se han rendido en la defensa de sus derechos y su identidad, aun ante las presiones del partido gobernante en la entidad y de grupos económicos que están tras la riqueza agrícola, forestal y minera, así como de sus fuentes de agua.

Entrevistado tras la presentación del libro, Jorge Albino Ortiz, vocero del municipio autónomo de San Juan Copala, sostuvo que a este panorama se suma el interés electoral, con miras a la renovación de la gubernatura y los comicios de 2012.

Explicó que esta situación orilló a que José Ramírez Flores, quien fue electo mediante usos y costumbres, haya sido remplazada por el priísta Anastasio Juárez Hernández, hermano del dirigente del grupo político Unión de Bienestar Social de la Región Triqui (Ubisort), instancia creada por el PRI en 1994, la cual es asesorada por el gobierno estatal.

Albino Ortiz expuso que en enero de este año, el palacio municipal fue ocupado por Anastasio Juárez, pero el jueves pasado, luego de una asamblea comunitaria, se le desconoció como autoridad y se decidió retomar el inmueble.

Ulises Ruiz (gobernador de Oaxaca), junto con su subsecretario Joaquín Rodríguez, y su secretario general, Jorge Toledo, desplegaron una estrategia y nos quitaron el palacio; hubo muertos y heridos, pero en asamblea decidimos retomarlo de manera pacífica, lo que se logró el jueves a las 15:30 horas, relató.

Asimismo, señaló que detrás de esta maniobra está el tema electoral. Este año se renueva la gubernatura y el interés es grande, más aún porque parece que el PRI puede perderla.

Durante la presentación de la obra, Gilberto López y Rivas; Agustín Ramón Flores, integrante de la comunidad triqui y maestro normalista, así como Luis Hernández Navarro, director de Opinión de este diario, coincidieron en que el devenir del pueblo triqui ha estado marcado por la acción de grupos que intentan someterlo, utilizando como táctica la división, la violencia, la cooptación y el paramilitarismo.

Plantearon que la única salida para la comunidad está en la práctica de sus procesos de autonomía horizontal y pacificación; un ejemplo de ello –afirmaron– es la instauración del municipio autónomo, en enero de 2007. Advirtieron que triqui que mata a otro triqui sólo sigue la lógica de los grupos de poder económico y político.

López Bárcenas precisó que además de la acción de la Ubisort está la del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui, que nació en 1981 con una batalla independiente y democrática en favor del pueblo triqui, pero que a lo largo de los años se fue descomponiendo, no sólo porque fueron asesinados y encarcelados muchos de sus líderes, sino porque los que llegaron fueron cooptados.