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Policías del estado se limitaron a mirar

Linchan taxistas de Oaxaca a un menor
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Autoridades de Salina Cruz cubren el cadáver de un joven asaltante al que un grupo de taxistas quemó vivo ayerFoto Hiram Moreno
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 19 de febrero de 2010, p. 30

Salina Cruz, Oax., 18 de febrero. Para escarmiento de la delincuencia, taxistas de esta localidad lincharon y prendieron fuego a uno de dos jóvenes que asaltaron e hirieron a un compañero de los choferes.

La víctima (identificada con las iniciales JAGO, de aproximadamente 16 años de edad y habitante del barrio de Santa Cruz Tagolaba) y otro muchacho abordaron a las tres de la madrugada de este jueves el taxi 1230 del sitio Salina Cruz, placas de circulación 6642 SJE, conducido por Ángel Manuel Jiménez Vázquez, de 46 años, a quien pidieron que los llevara a la avenida Costera.

En el trayecto, uno de los jóvenes sacó una navaja y amenazó al chofer para que les entregara el dinero. El conductor se resistió, fue herido en varias partes del cuerpo y abandonado en las inmediaciones de la agencia municipal Las Salinas del Marqués. Los asaltantes se llevaron la unidad.

El taxista, desangrándose, logró llegar a un domicilio donde lo auxiliaron y le prestaron un teléfono. Se comunicó a su base de radiotaxis y reportó el asalto. Fue hospitalizado y dado de alta horas más tarde.

Los choferes detectaron al taxi 1230 cuando circulaba por el centro de Salina Cruz y persiguieron a los asaltantes. Cerca de la escuela Obrero Mundial un taxi les cerró el paso. Al verse acorralados, los jóvenes bajaron del auto, pero sólo uno logró escapar.

JAGO fue embestido por un taxi cuyo conductor lo sometió para interrogarlo. El frustrado ladrón dijo que pertenecía a una banda de asaltantes de taxistas formada por Guillermo de Jesús Espinosa Rodríguez. Agregó que conocía a otro de sus cómplices sólo como Daniel o La Muda, con domicilio en el barrio Santa María de Tehuantepec, y que uno más se llamaba Levitier.

El asaltante declaró a un taxista, quien grabó la confesión en un teléfono celular, que sus compinches eran de Tehuantepec.

Los choferes llevaron a JAGO al palacio municipal de Salina Cruz, donde el joven buscó refugio; sin embargo, los transportistas lo sacaron sin que los policías intervinieran.

Acto seguido, intentaron colgarlo de un poste, pero desistieron luego que el joven les aseguró que su cómplice vivía en La Noria.

Unos 50 conductores salieron en caravana hasta el crucero de Tehuantepec, donde una vez más golpearon al asaltante y amenazaron con quemarlo, con el argumento de que las autoridades los sueltan, y ya estamos hasta la madre de estas pinches ratas.

Trabajadores del volante de Tehuantepec se unieron a sus compañeros de Salina Cruz. Metieron al joven a la cajuela de un auto de alquiler y se dirigieron al fraccionamiento La Noria. En un domicilio que JAGO indicó, exigieron a una mujer que les entregara al asaltante.

Ella negó tener en su casa al acusado, pero reconoció a JAGO y confirmó que vivía en La Noria.

¡Hay que quemarlo! ¡Los policías nos lo van a quitar!, gritó un chofer y otro le respondió: No, si el comandante (a quien no identificó) ya nos dijo que lo quememos antes de que llegue el Ejército o la Marina. Entonces sí ya valió madres.

La turba golpeó al joven hasta dejarlo inconsciente. Lo metió a la cajuela de un auto, lo llevó al crucero de la costera en Salina Cruz, le roció gasolina y le prendió fuego.

Policías preventivos del estado se limitaron a ver el linchamiento. Sólo una pareja trató de disuadir a los taxistas.

El joven fue quemado vivo. Cuando los taxistas se fueron el cuerpo aún ardía.

Luego llegaron más policías y sólo echaron agua al cadáver. El subprocurador regional de justicia, Gustavo Francisco García Bautista, llegó con los comandantes regionales de la Agencia Estatal de Investigación, Alvino Sánchez Osorno, y de la Policía Preventiva del Estado, Antonio Peña Peña.