La superficie sembrada el año pasado fue de 21.6 millones de hectáreas, 1.8 por ciento menor a la de 2008, cuando se cultivaron 21.9 millones; la producción de granos y oleaginosas también será menor, debido a la sequía, según reportes preliminares de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa).

La producción de hortalizas y cultivos industriales, se estima, bajará dos por ciento, pero las estadísticas finales se tendrán al finalizar el primer trimestre del año, cuando concluirán las cosechas del ciclo.

Se prevé que para este año la oferta agrícola de cártamo, trigo, jitomate, chile y algunas frutas tropicales registrará también una baja por las heladas y lluvias atípicas.

Datos preliminares del año agrícola 2009 establecen que se prevé una cosecha de un millón 15 mil toneladas de frijol, ligeramente inferior a la de 2008, pero se espera equilibrar la oferta interna del alimento con la cosecha de Sinaloa del ciclo otoño-invierno, pues reportó siembras en 133.7 mil hectáreas, 40 por ciento más a las 94 mil programadas inicialmente.

En tanto, la producción de sorgo y trigo se mantendrá en niveles similares a los de 2008, con 6.4 y 4.2 millones de toneladas, respectivamente. También se estima un alza en la producción de arroz, ajonjolí, chile verde, nopales, tomate verde, avena forrajera, café, aguacate, durazno, guayaba, manzana, plátano y uva, entre otros.

Diversas organizaciones de agricultores y organizaciones internacionales como Oxfam han advertido que la producción nacional de alimentos estará en riesgo no sólo por el cambio climático, sino por la restricción a los créditos agrícolas, la desigualdad en la entrega de los subsidios –a la producción y comercialización– y el constante aumento a los precios de insumos. Es una espiral de precios que crece dejando abajo el ingreso neto de los productores, ya que si sube el precio del petróleo sube el de los fertilizantes y plaguicidas y se incrementa el flete, asentó Oxfam.

Entre 2001 y 2009 la gasolina subió 65 por ciento; el precio de los fertilizantes 130 y plaguicidas 102 por ciento, costos que es imposible que cubra un pequeño agricultor. Productores de maíz de Sinaloa anticiparon que este año tendrán problemas de rentabilidad, porque los costos se siguen disparando, los precios internacionales no rebasarán 2 mil 500 pesos por tonelada y los subsidios, entre ellos el Procampo, son insuficientes para cubrir sus deudas.