A pesar del rechazo de Acción Nacional, la mayoría de PRI, PRD y PT en la Comisión Permanente solicitó a la cancillería un informe de las razones que motivaron el cierre de la representación de México ante la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) y pidió mantener esa oficina con independencia de la embajada en Francia.

Durante la sesión de la Permanente, el senador Ricardo Monreal Ávila (PT) afirmó que el cierre de dicha oficina constituye una barbaridad, una salvajada, y es de una gran ignorancia del gobierno de Felipe Calderón.

También con los votos en contra del PAN, el organismo legislativo aprobó un extrañamiento a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) por la designación de Miguel Ángel Jiménez Godínez –ex director de la Lotería– como ministro consejero de la embajada de México en Reino Unido, y le pidió reconsiderar. Asimismo, le recomendó que en los nombramientos de funcionarios en representaciones en el extranjero se ciña a lo definido en la Ley del Servicio Exterior Mexicano (SEM).

En el debate sobre el retiro de México de la UNESCO, el senador Guillermo Tamborrel argumentó que la administración federal nunca cerró la oficina, y sostuvo que la decisión de anexarla a la embajada en París es únicamente para buscar, en una economía complicada como la que vivimos, optimizar los recursos.

Cuestionó el contenido de la propuesta presentada por el vice presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el priísta Felipe Solís Acero, sobre el monto de los gastos de la representación en la UNESCO. Felipe Solís dijo que se ha estimado que los gastos del embajador (Homero Aridjis) son de 200 mil dólares mensuales. Eso no es real, afirmó.

En entrevista, Solís Acero aclaró que ese gasto no se refiere sólo al representante en el organismo internacional, sino de toda la delegación. La cancillería fue la que reconoció el cierre del despacho como una de las acciones para economizar su gasto. No aclaró lo que cuesta su operación; yo lo busqué en la página de la UNESCO y de la SRE, y la cifra que presenté es la información oficial: 200 mil dólares.

Desde la tribuna del salón Verde, Monreal Ávila cuestionó la postura de Tamborrel, quien –acusó– pretendió sustituir a la cancillería. Tamborrel podrá argumentar lo que desee, pero yo quiero la información oficial. Es nuestro derecho y para mí lo que se ha hecho con la representación diplomática de la UNESCO es una barbaridad. Si quieren ahorrar, ¿por qué no cierran la representación diplomática del Vaticano y la concentran en la embajada de Italia?, preguntó.

El supuesto ahorro –agregó– no justifica desaparecer una oficina tan importante. ¿Qué diría Jaime Torres Bodet, uno de los más lúcidos diplomáticos y representante en la UNESCO? ¡Quizá volvería a morir de vergüenza! Somos un país de reprobados y quitan la representación de la UNESCO, de la que México es fundador. ¿Cuántos dólares se van a ahorrar con ello?, insistió.