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El entierro consta de restos óseos de un hombre, cerámica y ornamentos de jadeíta

Halla el INAH cripta de mil 300 años bajo templo de Bonampak

La osamenta podría corresponder a un importante cautivo de guerra o a un familiar cercano a Chaan Muan II, último gobernante del sitio, según hipótesis de los arqueólogos

 
Periódico La Jornada
Viernes 8 de enero de 2010, p. 2

Arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron una cripta funeraria debajo de un templo de Bonampak, Chiapas, con una antigüedad aproximada de mil 300 años.

El entierro, hallado la última semana de diciembre, consta de una cripta con los restos óseos de un hombre, acompañados de objetos de cerámica y ornamentos de jadeíta. Este hallazgo, según las primeras hipótesis, tiene relación con los cautivos de guerra plasmados en el mural La batalla, o bien, el individuo es un familiar cercano de Chaan Muan II, quien gobernó el sitio del 776 al 792 de nuestra era.

El descubrimiento es resultado de un proyecto integral y multidisciplinario realizado por el INAH y las coordinaciones nacionales de Conservación del Patrimonio Cultural (CNCPC) y de Arqueología, cuya finalidad es determinar las características del subsuelo de dicho edificio y, con base en ello, implementar un método óptimo para la conservación de las pinturas prehispánicas.

De esta manera, el uso de un radar de penetración en la superficie del templo que realizó el ingeniero José Ortega derivó en la detección de un espacio hueco en el rellano, que, una vez excavado, confirmó la presencia de una cripta funeraria.

La temporalidad del entierro se ubica hacia finales del siglo VIII, cuando gobernó Chaan Muan II, de 776 a 792 dC, personaje que se ha identificado hasta el momento como el último gobernante de Bonampak, y quien mandó realizar los murales en el Templo de las Pinturas, compuesto por tres habitaciones completamente decoradas con murales en su trono, paredes y bóvedas, según un comunicado del instituto.

Descripción

El arqueólogo Alejandro Tovalín Ahumada, quien encabezó los trabajos de excavación, informó que el descubrimiento consta de una cripta funeraria sencilla, de 2.20 metros de longitud, 70 centímetros de ancho y 75 de altura, así como de una bóveda estucada color blanco de apenas 35 centímetros de altura.

En su interior se encontraron los restos óseos de un hombre sin el cráneo, únicamente con el maxilar inferior; a sus pies estaban dispuestos dos platos policromos, y a un lado del área que ocuparía su cabeza, una vasija de alabastro perforada. De acuerdo con los estudios preliminares realizados por el antropólogo físico Javier Montes, se trata de un individuo de 35 a 42 años, y de 1.70 metros de altura.

Sobre la identidad del individuo, Tovalín dijo que ninguno de los objetos de la ofrenda tiene jeroglíficos que ofrezcan información al respecto, pero el tratamiento de los materiales arqueológicos ha permitido formular dos hipótesis: la primera, que se trata de un importante cautivo de guerra que fue ofrendado, y la segunda, propone que se trata de un familiar cercano a Chaan Muan II.

El personaje estaba ataviado con un pectoral de concha del género Spondylus, un collar y dos brazaletes con cuentas de jadeíta, que en conjunto suman al menos 443 jades, lo que hace de este entierro el que contiene mayor cantidad de estas piedras verdes, que hasta ahora se haya localizado en Bonampak. Cabe mencionar que cada brazalete tiene también 16 cuentas de concha marina.

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El personaje estaba ataviado con un pectoral de concha del género Spondylus, un collar y dos brazaletes con cuentas de jadeítaFoto Alejandro Tovalín/ INAH

Además, se encontró un pequeño cuchillo de sílex colocado a un lado del alabastro. Tovalín explicó que la perforación de la vasija y el cuchillo junto al alabastro indican el sacrificio simbólico del recipiente, es decir, que fue sacrificado ritualmente, como se acostumbraba entre los mayas.

En cuanto al Templo de las Pinturas, dijo que la hipótesis planteada por diversos investigadores indica que el edificio se construyó exclusivamente para plasmar los murales, que representan un discurso sobre el poder de Chaan Muan II y su derecho a gobernar, así como sobre su pequeño hijo y futuro heredero.

Podríamos pensar que el edificio ya existía y que lo modificó, haciéndole subdivisiones para tener tres cuartos, y que previamente a la construcción del trono en el segundo cuarto, y a modo de ofrenda, enterró al personaje en la cripta, para posteriormente plasmar los sucesos en los murales.

Recordó que en el mural La batalla, plasmado justo en el cuarto dos del Templo de las Pinturas, hay escenas del sacrificio de cautivos de guerra ante Chaan Muan II.

El especialista explicó que según los estudios epigráficos e iconográficos la propuesta interpretativa más aceptada acerca de los murales es la del futuro ascenso al trono del heredero de Chaan Muan II, que requería de una serie de rituales, como la toma de cautivos en una batalla importante y su sacrificio. Sin embargo, subrayó, a la fecha en Bonampak no se ha encontrado material arqueológico que confirme esta idea.

A partir de los resultados de estas excavaciones pienso que en los murales se hace referencia a un cambio del linaje gobernante, logrado por medio de una batalla, y a la posibilidad de que los restos óseos hallados correspondan a uno de los cautivos más importantes de esa batalla, quizá la cabeza del grupo al cual derrocó Chaan Muan II.

Intervención de mantenimiento

Otro indicativo de esta hipótesis, prosiguió, es que todos los gobernantes mayas de ese periodo plasmaron en estelas y dinteles la toma y sacrificio de cautivos, señalando de dónde eran; en los murales de Bonampak no aparecen esos datos, pero hay indicios de que se trataba de un grupo importante.

En lo que se refiere al proyecto de conservación de los murales de Bonampak, Lilia Rivero Weber, titular de la CNCPC, especificó que esta labor se inició en 2009, para dar mantenimiento a estas obras que tenían más de 10 años sin recibir un tratamiento profundo.

El proyecto de intervención contempló un estudio completo de la arquitectura del Templo de las Pinturas; una vez que tengamos los diagnósticos, determinaremos de qué manera vamos a tratar las oquedades, finalizó Lilia Rivero.