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Retrospectivas de El Greco y Tamara de Lempicka, entre lo destacado

Grandes exposiciones pese a crisis sanitaria y económica
 
Periódico La Jornada
Miércoles 30 de diciembre de 2009, p. 3

Pese a la crisis económica, aunada al brote de influenza A/H1N1, que trajo pérdidas para el sector cultural, 2009 contó con exposiciones y momentos memorables.

En enero, el artista neoyorquino Spencer Tunick, conocido por sus instalaciones masivas al aire libre, llegó a la ciudad de México para realizar un proyecto retratístico de carácter individual y privado, inspirado en obras de la Colección Blaisten, en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco, cuyo resultado, Citadinos, fue expuesto allí en el siguiente mes de abril.

La cobertura mediática de la exposición Delirios de la razón, del fotógrafo estadunidense David LaChapelle, abierta en febrero en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, rebasó el sector estrictamente cultural, debido al gusto de LaChapelle, descubrimiento de Andy Warhol, por el estrambótico mundo de las celebridades.

Más discreta, pero ilustrativa del alcance creativo de la argentina Liliana Porter, la muestra antológica Línea de tiempo fue expuesta a partir de marzo en el Museo Tamayo Arte Contemporáneo, después de una ausencia de medio siglo acá de la artista radicada en Nueva York. En la segunda mitad del año, el recinto presentó Elefante blanco, una amplia revisión de las vetas estéticas del escultor y pintor austriaco Franz West.

El pintor, escultor y grabador Sergio Hernández, por su parte, resumió tres décadas de quehacer estético, a modo de una autobiografía visual, en su primer libro editado por Turner y Fomento Cultural Banamex.

Durante casi 20 años la historiadora del arte Clara Bargellini investigó las misiones jesuitas y franciscanas en el norte, labor que se concretó en Cicatrices de la fe: el arte de las misiones del norte de la Nueva España (1600-1821), exposición de 137 piezas excepcionales, abierta en abril en el Antiguo Colegio de San Ildefonso.

El Museo de Arte Moderno logró un sueño largamente acariciado, en forma de una exposición que revalorara a la poeta y pintora de origen francés, naturalizada mexicana en 1946, Alice Rahon, dentro de una revisión del surrealismo emprendido por el recinto.

La Galería Kurimanzutto inauguró su nuevo local con una exposición de obra reciente del escultor Gabriel Orozco, que éste describió como un paisaje en tiempo de secas. El hiperactivo artista se dio tiempo de trabajar la muestra a la vez que preparaba su retrospectiva de 20 años de producción abierta el pasado 8 de diciembre en el Museo de Arte Moderno, en Nueva York.

Graciela Iturbide fotografió los objetos encontrados en el baño de Frida Kahlo, al reabrirse tras 50 años de permanecer cerrado en la Casa Azul, cuya serie fue presentada en la Galería López Quiroga. El pintor James Brown mostró en la Galería Hilario Galguera su serie surgida de las 84 piezas de John Cage que integran Música para piano (1952-1956). Manel Pujol Baladas abordó la relación pintor/músico en De lo sonoro nace la imagen, montada en la Galería Ethra, que gira en torno de obras específicas de Ludwig van Beethoven, Carlos Chávez y Allan Pettersson.

El Museo del Palacio de Bellas Artes continuó organizando exhibiciones llamativas, como la de Tamara de Lempicka y El Greco (fue posible gracias a que en 2006 cerró sus puertas el Museo de El Greco, en Toledo, España, para una restauración integral). El Centro Cultural Estación Indianilla albergó exposiciones de Gilberto Aceves Navarro, Vicente Rojo y Susana Sierra, entre otras. En Ohdios, en Ex Teresa Arte Actual, el artista Carlos Aguirre trabajó sobre los contenidos de los textos de la Iglesia.

La pasión del escritor Carlos Monsiváis por el coleccionismo quedó demostrada una vez más en Te pareces tanto a mí, desplegada en el Museo del Estanquillo.

Cildo Meireles, muestra antológica del escultor y artista conceptual brasileño, organizada por la Tate Modern, de Londres, aun se puede visitar en el Museo Universitario Arte Contemporáneo.

El caricaturista, promotor del arte moderno en Nueva York y crítico de arte Marius de Zayas (1880-1961) regresó a México mediante la exposición montada en el Museo Nacional de Arte, así como con un libro editado por la Universidad Veracruzana, el gobierno estatal y el Instituto Veracruzano de Cultura.

A principios de julio fue cerrado el Museo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, ubicado en el Antiguo Palacio del Arzobispado, para someterse a trabajos de renovación con motivo de sus 15 años de vida cumplidos a finales de noviembre. El 3 de diciembre fue reabierto en forma parcial, ya que siguen las obras, con un cambio en su nombre: ahora se llama Museo de Arte de la SHCP. La galería del Centro de Cultura Casa Lamm también celebró sus tres lustros de existencia.

Antony Gormley se llama la exposición del escultor británico aún montada en el Antiguo Colegio de San Ildefonso, al igual que Lágrimas negras, de Betsabeé Romero. A finales de octubre la escultora Helen Escobedo instaló las 101 figuras femeninas de Éxodos, en la Plaza Juárez.

Otro par de excelentes exposiciones presentadas por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco son Josep Renau (1907-1982): compromiso y cultura y Agustín Lazo: las cenizas quedan, ya que ubican a estos personajes en el contexto mexicano.

En noviembre comenzó la restauración de Fraternidad, mural de Rufino Tamayo, donado a la ONU, otro sueño largamente acariciado.