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Ganó el Premio Saramago 2003; lanza en el país Sinfonía en blanco

Adriana Lisboa quiere revelar una cara poco conocida de Brasil
 
Periódico La Jornada
Lunes 28 de diciembre de 2009, p. 9

Tan lejos y tan cerca. Brasil está en el corazón de América Latina; sin embargo, este gigante sigue siendo el gran desconocido para los países de habla hispana de la región, entre otras cosas, por el idioma.

Esta especie de cerco, que también se deja sentir en la literatura, de vez en cuando deja pasar ejemplos de la buena hechura de los escritores brasileños contemporáneos, como Adriana Lisboa (Río de Janeiro, 1970), quien acaba de lanzar al mercado su más reciente novela, Sinfonía en blanco, con el sello Alfaguara.

En charla telefónica desde la ciudad de Boulder, Estados Unidos, donde alterna su residencia con su país natal, la ganadora del Premio Saramago 2003 comenta que esta novela, a pesar de haberse escrito hace ocho años, ha sido la más determinante de su carrera hasta el momento.

Sinfonía en blanco –publicada en Brasil en 2001– es mi segunda novela, y es la más ambiciosa en términos de trama, narrativa e historia. Habla de temas como la muerte, la violencia intrafamiliar y también del campo brasileño, tema no muy conocido”, señala.

Ambientada en los peores años de la dictadura militar de la década de los años 70 del siglo pasado en el país sudamericano, la obra cuenta la historia de Clarice y María Inés, dos hermanas que llevan años distanciadas, afrontando cada una a su modo un pasado que las atormenta, pero que tarde o temprano aflorará de nuevo.

En el momento en que escribió la novela, Lisboa había sido madre por primera vez, y por eso tenía muy presente el valor de la niñez, al mismo tiempo que se sentía preocupada por la violencia que pueden ejercer los adultos contra los pequeños.

“Hay tipos de dolor –como el que vivieron en su infancia los personajes de mi libro– que no se pueden sacar de la vida jamás. Aunque no esté tan presente también hablo del dolor que se vivió por la censura, por los presos y torturados durante la dictadura militar”, explica.

Más allá de clichés de postal

No obstante, se tiene que aprender a convivir con el dolor. En el ejercicio ficcional que hago, muestro cómo personajes con esta historia logran construirse una vida a pesar de ello. No hay que olvidar jamás lo ocurrido, pero hay que seguir viviendo.

Adriana Lisboa, reconocida como una de las autoras brasileñas más importantes de la actualidad, se propone al mismo tiempo difundir una faceta menos conocida de su país: la vida rural, alejada de clichés y estereotipos de tarjeta postal.

Criada al mismo tiempo en la ciudad y en una hacienda familiar, la autora piensa que la tradición literaria brasileña está muy enfocada en lo urbano. Se habla de la violencia en las grandes urbes, las drogas y todo eso, pero la realidad de Sao Paulo y Río es sólo una parte muy pequeña del país, y si hablamos del noreste o de la Amazonia, son muchas realidades distintas.

De la misma forma en que los grandes centros urbanos de Brasil desconocen al resto del país, las demás naciones de Latinoamérica ignoran lo que ocurre en el gigante sudamericano, y viceversa.

“Es un misterio, porque estamos tan cerca y tan lejos a la vez. Hay un desconocimiento recíproco. Los autores de lengua hispana se conocen entre sí, pero a los brasileños no. Ni siquiera los escritores de otros países lusófonos se difunden en Brasil, porque históricamente se piensa que Europa y América (del norte) son más respetables.

Ese es un equívoco. Los editores no están tan interesados en ofrecer a autores latinoamericanos, pero si se difundieran más sus obras, los lectores se interesarían, considera Lisboa, quien busca un lugar en el mercado mexicano.