La Paz, 3 de diciembre.- Con gritos de Uno, dos tres, Evo otra Vez, Bolivia avanza, Evo no se cansa y Evo, Evo, Evo, decenas de miles de personas se dieron cita esta tarde en la vecina ciudad de El Alto para participar en el cierre de campaña del presidente boliviano Evo Morales, candidato a la reelección este domingo.

Desde temprana hora se inició la concentración y la gente aguantó a pie firme hasta el discurso de campaña-informe de gobierno de Morales, quien se manifestó sorprendido por esta concentración de millones subrayando que muchos sectores se han unido al cambio que propugna su gobierno, incluyendo clases medias, empresarios, intelectuales, en ciudades donde todavía el año pasado no le permitían entrar, como Riberalta, Trinidad y Santa Cruz.

El cambio, señaló, no es de Evo Morales y del vicepresidente Álvaro García; sino del pueblo y los movimientos sociales, y afirmó que al margen del programa de gobierno ahora nos toca pelear contra el imperialismo norteamericano sin ningún miedo para hacer respetar la dignidad del pueblo boliviano.

Morales llamó a votar no sólo "por Evo y Álvaro", sino por los candidatos a diputados y senadores uninominales, preocupación que ha sido constante en toda su campaña porque la oposición ha llamado al voto cruzado para evitar que el gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) tenga mayoría en la Asamblea Legislativa Plurinacional.

Indicó que quiere ser presidente por cinco años más para industrializar Bolivia, el petróleo, el gas, el litio y el hierro, y construir plantas petroquímicas en Santa Cruz y Tarija.

Morales detalló largamente los proyectos carreteros con los que pretende integrar por tierra el país, pero también ofreció construir un aeropuerto internacional en cada capital departamental y aeropuertos asfaltados en lugares que serán polos industriales y turísticos.

Ofreció que habrá comunicación gratuita mediante el satélite Tupac Katari, que beneficiará incluso a la televisión privada, y la construcción de grandes hidroeléctricas para exportar energía más que gas natural, un seguro agrícola universal, educación y salud gratuita para todos y programas de regularización de la propiedad urbana.

Por otra parte, la Corte Nacional Electoral (CNE) ratificó esta tarde su negativa a entregar a los partidos políticos una copia completa del Padrón Biométrico (PB), con huellas digitales, fotografías y firma de los 5 millones 138 mil 583 ciudadanos inscritos, argumentando que tiene la obligación que le impone la Constitución boliviana y convenios internacionales de derechos humanos, de preservar el derecho a la privacidad de las personas.

Recientemente, once militantes de la formación opositora Plan Progreso para Bolivia (PPB) iniciaron en las instalaciones de la CNE un ayuno con la exigencia de que se entregue el padrón biométrico completo a los partidos y denunciando un presunto fraude a favor del MAS.

En conferencia de prensa, el presidente de la CNE, Antonio Costas, indicó que en respuesta a las peticiones de las ayunantes se hará entrega a los representantes de los siete partidos participantes en la contienda electoral de los datos técnicos de los registros y su relación con el padrón electoral.

En otro orden, el ministro del Interior, Alfredo Rada, acusó al candidato presidencial de la alianza derechista Convergencia Nacional, Manfred Reyes Villa, de haber adquirido boletos de avión para viajar a Miami, Estados Unidos, el lunes 7, un día después de las elecciones.

Esta información tiene el suficiente nivel de importancia ya que estaría indicando una intención de huir de la justicia boliviana de un candidato que tiene procesos penales por los cuales responder, indicó.

En conferencia de prensa, el funcionario recordó que pesa sobre Reyes Villa una orden judicial de arraigo, que le impide salir del país, por un proceso penal que le sigue la justicia de Cochabamba por presuntos malos manejos económicos cuando fue prefecto de ese departamento, cargo del que fue revocado en referéndum popular.

Rada aseveró que Reyes Villa además debe declarar como testigo el 8 de diciembre ante el Tribunal de Sentencia de la Corte Suprema de Justicia en el juicio de responsabilidades que se sigue contra el ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada (2002-2003) y sus ministros –entre ellos su hermano, Erick Reyes Villa- por de la muerte de 65 personas y más de 400 heridos en los hechos del llamado "Octubre Negro", cuando una insurrección popular derrocó a Sánchez de Lozada.

Por su parte, Reyes Villa -quien cerró hoy su campaña electoral en Santa Cruz-, desmintió que vaya a salir del país y afirmó que esta denuncia de Rada tiene que ver con las medidas desesperadas del MAS a pocas horas de las elecciones.

El aspirante opositor –que está en el segundo lugar después de Evo Morales, con 18 por ciento de preferencia del voto contra 52 por ciento del primero- manifestó su certeza de que el próximo domingo revertirá la tendencia que muestran las encuestas y forzará una segunda vuelta.