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Los casos Henry y Sosa obligan a discutir nuevos reglamentos

Resultados polémicos han desplazado la gloria de hazañas deportivas
 
Periódico La Jornada
Miércoles 2 de diciembre de 2009, p. a19

Una mano del francés Thierry Henry sirvió para meter a Francia al Mundial y eliminar a Irlanda en una sola jugada. Dos días después la cabeza de un filipino contra el boxeador mexicano Édgar Sosa, fue tan violenta que le provocó una triple fractura en el pómulo izquierdo, y de paso le arrebató el título minimosca.

En ambos casos, el escándalo desplazó a la gloria que reviste una meta deportiva. La lucha de los escenarios deportivos saltó a los escritorios de los organismos, donde ahora discuten la necesidad de modificar reglamentos o de recurrir a la tecnología para alejar la sombra de la duda sobre las actuación de jueces en las contiendas.

En este clima, el presidente del Consejo Mundial de Boxeo, José Sulaimán, explicó por qué la derrota de Sosa por un cabezazo salvaje no fue suficiente para anular la pelea, en la que el filipino Rodel Mayol se convirtió en el nuevo monarca.

Sulaimán no ignora el escándalo de la clasificación de Francia y sabe de las sospechas de que el árbitro favoreció a la selección gala, pero advierte que aún con los paralelismos con el caso de Sosa, donde el que merece ganar pierde, lo sucesos tienen otros matices.

Aclara que no se revisó el video del combate para pedir la anulación porque nadie opuso objeción ante el testarazo con el que demolieron al púgil mexicano.

Es decir –explica– no hubo sospecha de trampa porque el réferi Roberto Ramírez sancionó la falta y descontó el punto, pero ésta fue considerada accidental y nadie protestó; de lo contrario, se habría analizado la repetición en video, como el CMB ha hecho con otras polémicas.

Esta vez no es posible –lamenta– porque nadie notó mala intención en el filipino, aunque reconoce que no vio el golpe de frente porque estaba a espaldas de Sosa. Ahora no queda más remedio que reconocer al mexicano como campeón emérito.

Es una forma inocente para que él siga siendo campeón, dice apenado, pues reconoce que ese nombramiento avala la arbitrariedad contra un deportista.

Estamos justificando algo que nosotros pensamos que está dentro del reglamento, concluye sobre una decisión polémica que dejó sin posibilidades a un boxeador que perdió todo por el cabezazo, de modo similar a una selección que se quedó fuera de un Mundial por una mano.