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Destaca el consumo de cocaína, mientras el narcotráfico se extiende y diversifica

El uso de estupefacientes aumentó 75% en tres años del gobierno de Calderón

En lo que va del sexenio las ejecuciones se han multiplicado casi por dos respecto del anterior

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Aspecto de la otrora bulliciosa avenida Revolución, en el centro de Tijuana, Baja California, este viernes. Debido a la guerra contra el narcotráfico y la crisis económica, el turismo se alejó y algunos bares han tenido que cerrarFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 29 de noviembre de 2009, p. 8

En tres años del gobierno de Felipe Calderón el consumo de drogas, sobre todo cocaína, ha aumentado 75 por ciento; el número de personas ejecutadas ya es 150 por ciento mayor que durante la gestión de Vicente Fox; han surgido dos nuevos cárteles: Los Zetas y el de los Beltrán Leyva. Según reportes oficiales, ya no hay entidad donde el crimen organizado no tenga presencia o no haya sostenido enfrentamientos con policías locales y cometido matanzas.

De acuerdo con el Consejo de Seguridad Nacional, en tres de cada cinco procesos penales que instruye la Procuraduría General de la República contra presuntos delincuentes se obtienen sentencias condenatorias, y tardan al menos cuatro o cinco años en concluirse los procedimientos.

Extorsiones, secuestros, piratería, armas...

Funcionarios consultados explicaron que el ascenso de los índices de violencia se debe a que los grupos criminales han diversificado sus actividades y actualmente no sólo comercializan droga, ahora existen grupos como La Familia y Los Zetas en los que sus células también extorsionan, secuestran, venden piratería, trafican armas en el país y Centroamérica, y controlan el tráfico y la trata de personas.

En febrero de 2009, Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública (SSP) federal, señaló que en los últimos cuatro años se había duplicado el consumo de drogas y que el número de extorsiones telefónicas, pasó de 60 en 2006 a 50 mil en 2008.

García Luna también ha declarado que las bandas dedicadas al narcotráfico sostienen una guerra por el control de los mercados. Según datos del Consejo de Seguridad Nacional, en los últimos tres años, integrantes de bandas como Los Valencia y Los Amezcua, prácticamente desarticuladas en el sexenio de Vicente Fox, se sumaron a grupos como Los Zetas y La Familia, dos de las organizaciones más sanguinarias en México.

Los cárteles que se conocen oficialmente son: Juárez, Sinaloa, Golfo, Arellano, Beltrán Leyva, Los Zetas y La Familia.

En los últimos meses Los Zetas y Beltrán Leyva han formalizado acuerdos para controlar zonas como el estado de México y Morelos, de allí la lucha contra La Familia.

La banda Beltrán Leyva surgió tras la detención de Alfredo Beltrán Leyva en enero de 2008, en Culiacán, Sinaloa. Arturo Beltrán Leyva, El Barbas o El Jefe de Jefes, decidió separar a su grupo del cártel de Sinaloa, donde actuaban como brazo armado y operadores financieros de capos como Joaquín El Chapo Guzmán Loera.

Beltrán Leyva tiene presencia en los estados de México, Coahuila, Sinaloa, Jalisco, Nayarit, Durango, San Luis Potosí, Oaxaca, Puebla, Morelos, Guerrero, Sonora, Nuevo León, Querétaro y Guanajuato, y el Distrito Federal.

En el caso de la agrupación de los Arellano Félix, a partir de agosto de 2006 la organización comenzó a fracturarse con la detención de Francisco Javier Arellano Félix, El Tigrillo. La dirección del grupo la asumió Enedina Arellano y su hijo Fernando Sánchez, pero Teodoro García Simental, El Teo, uno de los jefes de sicarios del grupo, se pasó al cártel de Sinaloa y ello ha propiciado matanzas en la zona de Baja California y principalmente en Tijuana. Este grupo es considerado el más débil de todos.

El grupo conocido como Sinaloa, que dirigen El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza Moreno, El Azul, e Ignacio Coronel, controla Sonora, Coahuila, Durango y Sinaloa; tiene presencia en Guerrero, Chiapas, Nuevo León, Oaxaca, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Puebla, Morelos, Quintana Roo, Campeche, Yucatán, Jalisco, estado de México y el Distrito Federal.

La Familia, dirigida por Jesús El Chango Méndez y Nazario El Chayo Moreno González, actúa en el estado de México, Michoacán, Guanajuato, Guerrero y Veracruz, que son sus principales bastiones, pero tienen presencia en Zacatecas, Tabasco, Chiapas, Morelos y Puebla.

Los Zetas se escindieron en enero de 2007 del cártel del Golfo, tras la extradición a Estados Unidos de Osiel Cárdenas Guillén. Su centro de operaciones abarca Nuevo León y se extiende hacia el área del Golfo de México. Tienen presencia en los estados de México, Puebla, San Luis Potosí, Durango, Coahuila, Oaxaca, Colima, Aguascalientes, Querétaro, Hidalgo y Tlaxcala.

La Familia y Los Zetas se disputan zonas en Guerrero, estado de México, Guanajuato, Michoacán y Tabasco.

El cártel de Juárez, que llegó a ser el más poderoso del país, según los reportes oficiales, ha devenido en un grupo pequeño, debido a la salida de El Azul Esparragoza Moreno y El Mayo Zambada, y su centro es Chihuahua, aunque tiene presencia en Morelos, Jalisco y Sinaloa.

La organización es dirigida por Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, en Chihuahua, pero principalmente Ciudad Juárez se ha convertido en punto de disputa con la organización de El Chapo Guzmán. Allí se han afincado grupos de sicarios conocidos como La Línea y Los Aztecas, leales a Juárez. Por Sinaloa operan Los Artistas Asesinos y Los Mexicles, quienes también han adoptado el nombre de Gente Nueva.

El cártel del Golfo, dirigido por Eduardo Costilla, El Coss, y Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta, tiene presencia en casi las mismas zonas que Los Zetas debido a que han pactado para proteger sus sitios de operación y distribución de drogas. Su poderío se extiende por el Golfo de México, San Luis Potosí, Puebla, Tlaxcala, Querétaro e Hidalgo.