Economía
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Efecto positivo para países de acogida y origen: Jorge Sicilia

Migrantes mexicanos dan al fisco de EU más que a sus familias

Estudio presentado por BBVA Bancomer cuestiona mitos: Albo

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Adolfo Albo, economista en jefe del BBVA Bancomer, ayer durante la presentación del informe Situación migración MéxicoFoto Cristina Rodríguez
 
Periódico La Jornada
Jueves 19 de noviembre de 2009, p. 27

Los trabajadores mexicanos en Estados Unidos pagaron el último año impuestos al fisco de aquel país por 52 mil 799 millones de dólares, cantidad que duplicó el monto de las remesas enviadas a sus familiares en el último periodo, indicó un estudio publicado este miércoles.

La migración tiene un efecto positivo tanto para el país de acogida como para el de origen, expuso Jorge Sicilia, economista en jefe de BBVA para América, en la presentación del estudio Situación migración México, elaborado por el Servicio de Estudios Económicos de esa institución financiera.

La crisis económica ha golpeado con fuerza a la comunidad de mexicanos que vive en aquel país. Desde que empezó la recesión, a finales del año pasado, se han perdido en Estados Unidos 8 millones de empleos –como reportó La Jornada este miércoles–, de los que 10 por ciento, 800 mil puestos de trabajo, eran ocupados por mexicanos, comentó Juan Luis Ordaz, uno de los autores del reporte.

El aumento del desempleo ha provocado que la pobreza entre los mexicanos que viven en aquel país alcance el nivel más alto en una década, explicó Ordaz. El número de mexicanos que viven en pobreza en Estados Unidos llegó a 3.2 millones de personas este año, que equivalen a 27.1 por ciento de la población de este grupo.

Y también ha tenido un efecto en las remesas que envían. Entre 2006 y 2008, el número de hogares que en México reciben remesas disminuyó en 275 mil 466, para situarse en un millón 583 mil 292.

Adolfo Albo, economista en jefe de BBVA Bancomer, comentó ayer que el estudio permite cuestionar algunos mitos sobre el fenómeno migratorio –entre otros, algunos de los que frecuentemente son citados por los sectores conservadores en aquel país–, como que la migración incrementa el desempleo, reduce el nivel salarial de la población nativa y deteriora la calidad de la seguridad social.

Después de revisar estudios, que se remontan incluso al siglo XIX, hemos encontrado que el efecto de la migración sobre el empleo, salario y seguridad social en los países de destino es prácticamente nulo, aseguró Albo. Y en cambio, añadió, existe evidencia documental del efecto positivo de la migración tanto para el país de origen como para el de destino de los migrantes.

Expuso hechos sobre el caso de la migración mexicana a Estados Unidos, lo que llamó la otra cara de la moneda.

Uno de ellos está relacionado con la contribución de los migrantes al financiamiento de las cuentas públicas. Los migrantes mexicanos, añadió, pagan más impuestos que las remesas que envían a sus familias. En el último año, contribuyeron al fisco estadunidense con 52 mil 799 millones de dólares, poco más del doble de las remesas por 25 mil 144 millones de dólares en el mismo año. Esta relación se ha mantenido consistente a lo largo de los años. Entre 2000 y 2006 los migrantes mexicanos pagaron impuestos allá por 202 mil 437 millones de dólares, mientras que en ese mismo periodo remitieron a sus familiares en México 85 mil 429 millones de dólares, de acuerdo con el estudio.

Otro hecho citado por Adolfo Albo: entre 1994 y 2008, el producto interno bruto de Estados Unidos creció, a precios constantes –descontada la inflación– en 4.4 billones (millones de millones) de dólares. Los mexicanos que trabajan allá contribuyeron con 307 mil millones de dólares, es decir, 7 por ciento del aumento de la riqueza de ese país en el periodo. La aportación de esta comunidad al crecimiento anual de la economía estadunidense ha sido creciente, añadió.

También hay una contribución de la comunidad mexicana para cubrir la demanda de empleo de la economía estadunidense. Adolfo Albo mencionó que entre 1994 y 2008 la población ocupada en Estados Unidos aumentó en 23.3 millones de trabajadores. De ellos 46 por ciento –10.7 millones– eran migrantes y, particularmente mexicanos, 3.8 millones. En este periodo, la migración mexicana permitió cubrir alrededor de 17 por ciento de la demanda de empleo en aquel país, lo que contribuyó en cierta medida a sostener el crecimiento económico de ese país a tasas elevadas, dijo.

Cuando se profundizó la recesión en Estados Unidos, a finales del año pasado, en algunos sectores se previó un regreso masivo de mexicanos. No ha ocurrido así, según aseguró Juan Luis Ordaz, uno de los autores del estudio. De hecho, afirmó, existe evidencia anecdótica de que en algunos casos las familias en México envían dinero a su familiar en Estados Unidos que ha perdido el empleo, para que aguante a que lleguen tiempos mejores. Documentada sobre el terreno la existencia de estos casos, no es posible, sin embargo, cuantificar los flujos de recursos de aquí para allá, explicó Adolfo Albo.

México será sede en 2010 de la cuarta edición del Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo, iniciativa que surgió en el seno de Naciones Unidas en 2006, informó ayer Gustavo Lara, director general de la Fundación BBVA Bancomer. Este acto, de carácter anual, se ha realizado antes en Bruselas, Bélgica; Manila, Filipinas; y Atenas, Grecia, hace un par de semanas. En este foro participan los gobiernos y organizaciones de la sociedad civil.

Gustavo Lara informó que la Fundación BBVA Bancomer ha sido elegida para coordinar las jornadas de la sociedad civil durante el acto en México el próximo año.